miércoles, 5 de septiembre de 2012

Pra ser Feliz hay que pelearlo cada día


Pilar Sordo y el truco de una mujer que afirma ser "absolutamente feliz"

La pisocóloga chilena que ya es llamada un fenómeno latinoamericano regresa al Perú para traernos su conferencia “Viva la diferencia”. Aquí su particular ideología
Psicología, Conferencias, Pilar Sordo
(Difusión)
MARÍA PÍA BARRIENTOS @pia_barrientos
Redacción online
Uno no escucha todos los días a alguien que, pasada la infancia, diga ser total y absolutamente feliz. Aunque suene deprimente yo no había oído una declaración así desde hace, al menos, una década. Luego hablé con Pilar Sordo. ¿Pero cuál es el secreto de esta popular psicóloga, escritora y conferencista chilena?
Pilar Sordo, una mujer que ya es considerada un fenómeno latinoamericano, no la ha pasado fácil. Una vez su matrimonio fracasó. Un día su pareja murió de cáncer. Un viernes perdió a su amigo, el conductor chileno Felipe Camiroaga. Hoy esta guerrera viaja “como una peregrina” dejando a sus hijos en Chile para llevar los resultados de sus investigaciones por donde pueda. ¿Por qué lo hace? Sabe que “algo pasa en el corazón de la gente” cuando la escuchan. Aquí la ideología de una mujer que afirma ser “absolutamente” feliz.
Vas a estar de regreso en el Perú. Las primeras conferencias que diste aquí el año pasado fueron un éxito.
Estoy muy agradecida del cariño. El cariño de la gente me emocionó profundamente y es una gran alegría volver.
Vas a presentar nuevamente la conferencia “Viva la diferencia”. ¿Qué implica este concepto?
La investigación probó 14 diferencias porque es una fiesta que muestra lo distintos que somos (entre hombres y mujeres) y cómo, desde lo distinto, podemos aportar a la sociedad, a la familia. La investigación rompe con el machismo y el feminismo y lo que enfatiza es lo masculino y lo femenino y nos coloca a todos en una postura de aprendizaje permanente y a eso se le hace un homenaje con la investigación. La conferencia es muy divertida, pero también muy movilizadora en términos emocionales.
¿Has notado un cambio en la gente a la que le hablas?
Es que eso es muy vanidoso de contestar. Yo no sé lo que pasa cuando hablo. Si tengo ‘feedback’, tengo respuestas de la gente y los aplausos son también un indicador, pero cuando yo cuento los resultados de una investigación, yo nunca sé lo que va a pasar. Hay gente que dice que el libro o la conferencia le cambió la vida, otra a las que les pasó muy poco. Yo creo que hay de todo y eso está bien. Es por eso que yo investigo, porque yo no sé nada, yo no soy dueña de nada. Nunca me he graduado de nada ni lo voy a hacer. Por eso hablo desde las investigaciones, porque no soy una iluminada. Yo soy igual que cualquier persona y menos incluso. Entonces siento que desde mi pequeñez intento aportar y tocar el corazón de la gente para que mejore un poco su calidad de vida y si eso pasa, maravilloso, mi trabajo tiene sentido. Sino tengo que seguir trabajando.
Supongo que escribir e investigar sobre esto también cambió tu vida.
Absolutamente. Yo siempre digo que particularmente el “Viva la diferencia” cambió mi vida. Yo soy una mujer absolutamente distinta después de haber hecho el estudio. Me di cuenta de todas mis trampas y de todas las estupideces que hacía y que no tenía que hacer. Yo soy la primera alumna de mis estudios. La primera a la que apalea la investigación es a mí misma. Cuando gracias a una investigación mía yo me logro parar significa que se va a parar el resto también.
¿Y es fácil aplicar eso en tu propia vida? Por ejemplo, es muy fácil aconsejar al resto y muchas veces uno aconseja y va cometiendo los mismos errores que condena en los otros.
Obvio, pero es que por eso yo no doy consejos. Yo lo que muestro son resultados y lo primero que hago es reírme de mí misma y ser inconsistente conmigo y hablar de las ridiculeces que yo hago. Yo soy la primera que se coloca en el tapete del observador. Nunca me he colocado en el rol de la que sabe.
LA FELICIDAD: EL PROBLEMA ESTÁ EN BUSCARLA
¿Cuál es la clave de la felicidad? Esa que todos buscamos y no tenemos la menor idea de cómo conseguir.
Es que yo creo que ahí es dónde está el problema, en buscarla. Yo creo que el tema no es buscarla, si la felicidad no es algo que esté perdido. Yo creo que la felicidad está ocurriendo hoy, en esta conversación que es lo único que tenemos y en dos minutos más puede caer un avión en mi departamento y se me acabó el tema. Creo que en ese sentido la felicidad es un tema de actitud, tiene que ver con una decisión y esta se trabaja y se gobierna todos los días con mejores o peores resultados.
¿Es un estado pasajero?
No, puede ser permanente. La idea es que sea permanente y eso implica validar la decisión. Yo puedo ser feliz siempre. El tema es que tengo que aprender a ser feliz con los dolores que llevo en el alma y no esperar que esos dolores se me pasen para tomar contacto con la felicidad, porque si no se me hace mucho más difícil.
De eso habla tu más reciente libro; “Bienvenido dolor”.
Exactamente. Ustedes ya lo tienen en Perú y en Chile todavía no está, ¿puedes creer la paradoja?
UN LUGAR SIN ILUSIÓN
¿Qué nos hace pesimistas? ¿Los latinoamericanos somos muy pesimistas?
Yo creo que en eso los peruanos y los chilenos nos parecemos harto. Es distinta la mentalidad del argentino y del uruguayo, por ejemplo. Yo creo que le tenemos pavor a la ilusión. Creo que el pesimismo es un mecanismo de defensa para no ilusionarnos, porque sentimos que la ilusión es la antesala del sufrimiento y a la larga es al revés, porque un país que no se ilusiona también sufre, porque sufre por el desencanto, porque no se entusiasma con nada. Entonces, yo, a la larga, prefiero a un país que se apasiona, que se ilusiona y que después tiene que vivir la frustración si es que no le resulta. Eso me parece más enriquecedor que un país que no se ilusiona nunca.
Porque no se atreve quizás. Termina estancado.
Exactamente.
Pero a veces cuando uno se ilusiona la caída es más fuerte.
Sí, pero yo prefiero esa caída a la placidez y a la planicie de la nada. Yo creo que la ilusión es algo inherente al ser humano y nos hace bien.
Muchas veces, en países como el Perú nos fijamos mucho en nuestras carencias. ¿Tú crees que la idea es fijarnos más en lo bueno que tenemos? ¿Ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío?
Absolutamente y si de alguna manera podemos rescatar lo bueno que tenemos, que es mucho. Somos países nobles, porque somos gente noble, somos gente trabajadora. Tanto tu país como el mío son lugares en los que se vive en alerta permanente, por los temblores, por ejemplo. Por distintas cosas estamos en permanente riesgo, por eso deberíamos querernos más.Deberíamos querer más la vida, deberíamos cantar más, bailar más, reírnos más a carcajadas y son cosas que no hacemos.
Cuando los mineros quedaron atrapados en tu país, estuviste trabajando en el lugar.
Estuve con las mujeres antes de que se supiera si estaban vivos o no.
Y tú como profesional cómo manejas todo el dolor de la otra persona en situaciones como esa. ¿Uno llega a involucrarse emocionalmente?
Yo me involucro con todo. Lo paso pésimo y no manejo nada. No coloco ningún límite. Soy lo menos profesional que hay en eso. A mí me duele, yo lloro, me enrabio y desde ahí es donde aparece mi poder terapéutico. Cuando trabajaba con pacientes hasta el año pasado ese mecanismo siempre me sirvió. Nunca intenté ser otra persona. Nunca juego un rol. No existe un personaje de Pilar Sordo. La que tú ves dando una conferencia es el mismo despolote y el mismo caos que soy como mamá, en la casa, en el supermercado, con mis amigas. Soy igual de juguetona, de inconsistente y terapéuticamente nunca he intentado ser la que sabe, la que adopta un rol neutro, porque no me resulta, porque soy un desastre.
Pero tal vez es por eso que la gente se identifica contigo, porque nadie es perfecto en esta vida.
Probablemente. Cuando ven este despelote dicen qué alivio. Yo creo que probablemente tiene que ver con mi espontaneidad, con mi naturalidad, con que me río todo el rato de mí misma. Tal vez por eso la gente se siente cercana a mí.
ABSOLUTAMENTE FELIZ
¿Y tú eres feliz?
Absolutamente.
¿Cómo hiciste para conseguir ser feliz?
No, no lo consigo. La trabajo todos los días. La peleo todos los días. Tengo días buenos y días malos, como todo el mundo e intento tomar las decisiones lo mejor posible. Y la verdad es que no hay más misterio.
¿El cambio se inicia cuando uno se da cuenta que la felicidad no está afuera sino adentro?
No puedo esperar estar en un estado de perfección para poder decir que soy feliz. Porque si la gente dice que va a ser feliz cuando compre la casa, cuando cambie el auto, cuando mi mamá se mejore… ¿Y si esas cosas nunca pasan me voy a morir? Yo tengo que ser feliz ahora. Este es el minuto.
Pilar Sordo se presentará el próximo 11, 12 y 13 de marzo en el Centro de Convenciones del hotel María Angola (Av. La Paz 630, Miraflores). Las entradas están a la venta en los módulos de Teleticket de Wong y Metro.
¿QUÉ ENCONTRARÁ LA GENTE EN SU CONFERENCIA?
“A una chica de un metro 58 que usará tacos altos para parecer más digna, que va a intentar pasarla lo más bonito posible. Que en dos horas va a tratar de mostrar los resultados de una investigación de forma muy divertida y muy emotiva. Más de una lágrima se les puede caer. Los mayores, sobre todo, van a encontrar nostalgia respecto a su infancia, los hombres se van a reír mucho y las mujeres vamos a desentrampar enredos de nuestra cabeza” añade Pilar Sordo.

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