domingo, 21 de octubre de 2012

La Inutilidad del Sufrimiento de María Jesus Alava Reyes


LA INUTILIDAD DELSUFRIMIENTO
Autora: María Jesús Álava ReyesIdeas principales del libroLa felicidadepende en gran medida de nosotros mismos, no denuestras circunstancias.Lo crucial no es lo que “nos pasa”, sino lo que pensamos en cadamomento. El pensamiento es previo a la emoción, y ese pensamiento esel que nos hace sentirnos bien o mal.
Este hecho explica cómo las personas que han vivido o presenciado unmismo hecho, experimentan emociones muy diferentes ante el mismo: unas puedensentirse desgraciadas, otras afortunadas, otras indiferentes…En este libro se intenta que aprendamos a conocer y descubrir nuestrospensamientos, para controlarlos después, para ponerlos a nuestro servicio, paraque sean nuestros aliados, no nuestros enemigos; de esta forma conseguiremoscontrolar nuestras vidas, al margen y por encima de las circunstancias, hechos oacontecimientos que en esos momentos estemos viviendo.Podemos ser felices o infelices, colocando nuestro “cerebro a nuestro favor”o, por el contrario, poniéndolo en “nuestra contra”.El ser humano, por principio, se siente más feliz, cuando consigue una metadifícil que cuando logra algo rápidamente y sin dificultad.El presente nos pertenece. A pesar de nuestras circunstancias, tenemos lalibertad de nuestros pensamientos; podemos hacer nuestro trabajo canturreandopor dentro o machacándonos sin piedad, querer o aborrecer, sonreír o llorar,gritar o conversar
No hay nada que pueda arrebatarnos nuestro presente; inclusoen las circunstancias más duras, siempre nos pertenecerán nuestrospensamientos y, con ellos, nuestras emociones.
Hay personas que siguen buscando la felicidad, incluso en los momentosmás adversos, y personas que lo que persiguen constantemente es encontrar la
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insatisfacción, incluso en los hechos más favorables. Hay que aprender a extraer lo“útil” de todo lo que hemos vivido.Cada instante de nuestra vida tiene sentido si se aprende de él. Si así lohacemos, los siguientes instantes serán más sencillos.
Sufrir inútilmente es uno de los peores ejercicios que podemoshacer con nosotros mismos
. No se trata de que “nos permitamos todo”, sino deque cultivemos hábitos saludables. Y no tiene nada de saludable que, al cabo de losaños, nos estemos machacando con algo que, por muchas vueltas que le demos, nopodemos conseguir que no hubiera ocurrido.Como seres humanos nos equivocamos y nos seguiremos equivocando, y unaparte de nuestrmadurez consistirá en aprender de nuestras equivocacionespasadas y “poner los medios” para que éstas no vuelvan a suceder en el futuro.La educación, ayer y hoy, parece ir “al revés”. En lugar de sensibilizar a losniños hacia lo positivo, hacia lo que hacen bien, hacia lo que les puede darseguridaconfianzen sí mismoslesensibilizhacilo qulepuedeperturbar, producir intranquilidad, inseguridad y desconfianza.Entre los
fallos de nuestra educación
figuran:
Fijarnos en lo negativo
y no en lo positivo.
 Sancionar 
, en lugar de reforzar.
 Imponer 
, en lugar de dialogar.
 Emplear el deber y el miedo
, en lugar de la motivación.
 Potenciar 
:1.- El
 seguidismo
, en lugar del razonamiento.2.- El
inmovilismo
, en lugar de la creatividad.3.- La
dureza
, en lugar del afecto.4.- La
insensibilidad 
, en lugar de la sensibilidad.5.- La
tristeza
, en lugar de la alegría.6.- La
derrota y el pesimismo
, en lugar de la esperanza.7.- La
desconfianza y la ruindad 
, en lugar de la confianza.8.- La
inseguridad 
, en lugar de la seguridad.9.- La
humillación
, en lugar de la autoestima.
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Darnos cuenta de una conducta equivocada no significa que estemos endisposición de sustituirla por otra más apropiada. Sólo el “entrenamiento”, y noúnicamente la voluntad, permite a las personas cambiar sus hábitos.Tenemos poco control sobre las conductas de los demás, y menos aún sobresus pensamientos, pero siempre podemos controlar nuestros pensamientos, lo quenos repetimos sin parar. Este control nos llevará a dejar de sufrir “inútilmente”.
No son los acontecimientos
de nuestra vida los que determinan nuestropresente o nuestro futuro,
son nuestros pensamientos
los que provocan que, enesos momentos o al cabo de los años, aún nos sintamos mal.Cuando miramodesde la distancia¡con qué facilidad extraemolasconsecuencias de lo que vivimos! Es como si todo se desplegara ante nosotros paraofrecernos la oportunidad de aprender. Por el contrario, ¡qué difícil nos resulta aveces ver lo evidente, lo que está pasando en esos momentos delante de nosotros, loque estamos viviendo en presente! Y es difícil porque perdemos la objetividad,estamos demasiado metidos en la acción, no miramos con perspectiva.Moraleja
: si vivimos el presente pensando en el futuro, y cuandollega el futuro rápidamente lo sentimos como pasado, volveremos a novivir el presente…
La observación de lo que ocurre a nuestro alrededor, como siempre, será lamejor forma de aprender. Si nos esforzamos por mirar y reflexionar sobre lo quevemos, nos daremos cuenta de que la gente es feliz o infeliz, no sólo por lo que lepasa, sino por cómo se toma la vida.Todos somos conscientes de la cantidad de tiempo que tiramos sin vivirlo,dejándolo pasar, como si el tiempo fuera infinito, como si nos perteneciera laeternidad. Recuperar el presente significa en muchos casos empezar a vivir; enotros, para recuperarlo de verdad, tendremos que liberarnos de una especie desecuestro o secuestrador que, sin darnos cuenta, nos está robando nuestra vida.En cualquier circunstancia, recuperar el presente será el mejor regalo quesiempre podamos hacernos.Aprendamos a vivir el presente sin los condicionantes negativos de nuestro
pasado. “Hoy es el mañana del ayer” 
10.- El
egoísmo
, en lugar de la generosidad.

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