¿Qué nos hace felices? ¿La familia? ¿Los amigos? ¿El dinero? ¿El amor? Según científicos de la Universidad de California (UCLA), al menos a nivel químico todo está en manos de un péptido que actúa como neurotransmisor y que recibe el nombre de hipocretina. Tal y como publican los investigadores en Nature Communications, la concentración de este péptido aumenta cuando nos sentimos felices mientras que disminuye cuando nos encontramos tristes y abatidos.
Los experimentos llevados a cabo midiendo los niveles de hipocretina en ocho pacientes mientras veían la televisión, interactuaban con otros sujetos, comían, etc. mostraron que los niveles de hipocretina eran máximos cuando se experimentaban emociones positivas, así como en interacciones sociales y en situaciones que suscitaban enfado. Además, este péptido siempre se asociaba con el estado de vigilia. Por otro lado, los científicos aseguran haber comprobado que, en su ausencia,"dejamos de buscar la sensación de placer". "Anormalidades en la activación de este sistema podrían contribuir a diversos trastornos psiquiátricos", concluye Jerome Siegel, coautor del estudio.
Actualmente se usan antagonistas de la hipocretina como píldoras para dormir, lo que, según se desprende del nuevo trabajo, además de cambiar los patrones de sueño podría alterar negativamente el estado de ánimo. De hecho, Siegel y sus colegas están convencidos que administrar directamente hipocretina a humanos podría mejorar el estado de ánimo y los niveles de alerta. Dicho de otro modo, esta proteína podría convertirse en la "píldora de la felicidad".
Los experimentos llevados a cabo midiendo los niveles de hipocretina en ocho pacientes mientras veían la televisión, interactuaban con otros sujetos, comían, etc. mostraron que los niveles de hipocretina eran máximos cuando se experimentaban emociones positivas, así como en interacciones sociales y en situaciones que suscitaban enfado. Además, este péptido siempre se asociaba con el estado de vigilia. Por otro lado, los científicos aseguran haber comprobado que, en su ausencia,"dejamos de buscar la sensación de placer". "Anormalidades en la activación de este sistema podrían contribuir a diversos trastornos psiquiátricos", concluye Jerome Siegel, coautor del estudio.
Actualmente se usan antagonistas de la hipocretina como píldoras para dormir, lo que, según se desprende del nuevo trabajo, además de cambiar los patrones de sueño podría alterar negativamente el estado de ánimo. De hecho, Siegel y sus colegas están convencidos que administrar directamente hipocretina a humanos podría mejorar el estado de ánimo y los niveles de alerta. Dicho de otro modo, esta proteína podría convertirse en la "píldora de la felicidad".
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