domingo, 28 de diciembre de 2014

De que se Arrepienten

No vivir en los afectos
No haber hecho lo que de verdad les gusta
No vivir la felicidad
No vivir la atención plena

LOS 14 PRINCIPIOS DE THICH NHAT HANH

LOS 14 PRINCIPIOS DE THICH NHAT HANHFebruary 4th, 2009

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1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso las budistas. Todos los sistemas de pensamiento son guías, no son la verdad absoluta.
2. No creas que el conocimiento que tienes ahora es absoluto, inmutable. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de tus puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. Se encuentra en y no en el conocimiento conceptual. Preparate para aprender a través de todo, a observar en tí mismo y en el mundo en todo momento.
3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y a la estrechez.
4. No evites el contacto ni cierres tus ojos al sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida y del mundo. Encuentra maneras de estar con aquellos que sufren por todos los medios. Incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes y sonido. Por tales medios despierta en ti mismo y en los demás la realidad del sufrimiento en el mundo.
5. No acumules riquezas mientras millones están hambrientos. No tomes como objetivo de tu vida la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con los que estén en necesidad.
6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surjan la ira o el odio practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira u odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.nhat-hahn-dekar
7. No te pierdas en la dispersión ni en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y de la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.
8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.
9. No digas cosas falsas por interés personal o para impresionar a los demás. No pronuncies palabras que causen desviación u odio. No difundas noticias que no sabes que no son ciertas. No critiques ni condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aún cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.
10. No uses a la comunidad budista para ganancia o provecho personal, no transformes tu comunidad en un partido político. Una comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la situación sin engancharse en conflictos partidarios.
11. No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás su oportunidad de vivir. Elige una vocación que te ayude a realizar tu ideal de compasión.
12. No mates. no permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
13. No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.
14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo simplemente como un instrumento. Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritu) para la realización del camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente consciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al que estás trayendo nuevos seres.

No creas que yo siento que sigo todos y cada uno de estos preceptos perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin embargo, debo trabajar hacia esa meta. Esa es mi meta. Ninguna palabra puede reemplazar a la práctica sólo la práctica puede hacer a las palabras.
“El dedo que señala a la luna no es la luna”.

La llave de la buena vida

Cuida tus relaciones

Es muy importante elegir muy bien a las personas que caminarán contigo por el sendero de la vida. Si permites que a tu lado existan personas envidiosas, competitivas, celosas, mentirosas, etc. más pronto que tarde tendrás problemas. No entenderás porqué todo parece salirte mal o no entenderás porqué vives sumergido en una aplastante desgana. Debes saber que ese tipo de personas son consumidores profesionales de tu energía.
Cuida bien a quien ofreces tu amistad. Hoy en día elegir mal a un amigo puede ser una gran desgracia. Todavía más importante es elegir bien a tu pareja. Muchas personas comparten sus vidas con personas que las menosprecian. Sin duda, una decisión muy equivocada. El amor no debe ser un pozo de angustia y de tristeza, sino de ayuda constante, de comprensión y alegría. Si no es así, ¿qué sentido tiene entonces?, ¿eliges una pareja para sufrir?
Autor: Jorge Álvarez Camacho

se hereda y se aprende

La felicidad se lleva en los genes: “Yo soy el amo y capitán de mi destino” Nelson Mandela
¿Qué hay de cierto en esta creencia? Para tratar de averiguarlo, David Lykken, profesor de Psicología de la Universidad de Minnesota, llevó a cabo en la década de 1990 una ambiciosa investigación. Los sujetos del estudio fueron 4.000 parejas de gemelos, tanto idénticos como mellizos, que habían sido educados de igual modo y con las mismas oportunidades.
Tras cotejar las entrevistas de unos y otros, los investigadores concluyeron que aproximadamente el 50% de la felicidad es heredada genéticamente y el otro 50% es aprendida.
Si se representa el nivel de satisfacción como un queso, una mitad sería una tendencia natural del carácter de cada uno. Ya en los bebés se observan temperamentos dulces y otros que son más irascibles e insatisfechos. La mitad restante dependerá del modo en el que cada cual decida vivir las cosas.
Por tanto, la felicidad personal ni funciona con piloto automático ni tampoco se decide por completo según este estudio, sino que sería la suma de la naturaleza y de las decisiones vitales.
Que la felicidad se lleva en los genes sería, por tanto, una verdad a medias.
Del mismo modo que un tímido patológico puede subir a un escenario y desplegar el espectáculo más atrevido, también la persona melancólica tiene la libertad de abandonar ese estado de ánimo y darse una fiesta.
La alcanzaré cuando…
“La felicidad está en la antesala de la felicidad” Eduard Punset
A diario, la publicidad bombardea con mensajes para convencer acerca de que determinados bienes procurarán la felicidad. Así, en los anuncios se ve a un conductor que fluye serenamente con su deportivo, o bien a una familia exultante al estrenar nueva casa.
En un plano más personal, a menudo se supedita la felicidad a encontrar pareja o a conseguir un trabajo mejor. Sin embargo, poner condiciones a nuestro bienestar equivale a postergarlo una y otra vez mientras el tiempo va pasando.
En su libro Los mitos de la felicidad, Sonja Lyubomirsky, profesora de Psicología de la Universidad de California, afirma que en “la idea de ‘seré feliz cuando…’, la falsa promesa no estriba en que lograr esos sucesos no nos vaya a hacer más felices; casi seguro que sí. El problema es que esos logros, aun cuando en principio sean totalmente gratificantes, no harán tan inmensamente felices, ni durante tanto tiempo, como se cree. Por consiguiente, cuando alcanzar tales objetivos no nos haga tan felices como esperábamos, pensaremos que nos pasa algo o que debemos ser los únicos que nos sentimos así”.

Para conectarnos

ANNA PARINI

Una película


‘La sal de la tierra’Wim Wenders & Juliano Ribeiro Salgado
En compañía del hijo de Sebastião Salgado, el director alemán hace un recorrido por la vida y obra del fotógrafo que mejor ha retratado la felicidad e infelicidad de los seres humanos durante los últimos 50 años. Una lección magistral sobre la aventura de existir.

Un disco

‘Clychau Dibon’
Catrin Finch & Seckou Keita
La arpista más reconocida de Gales y el maestro senegalés de kora Seckou Keita unen sus talentos para este disco instrumental que es un inesperado monumento sonoro. Piezas sutiles e inspiradoras en las que viejas melodías del país de Gales se fusionan con la música mandinga.
Una vez se pasa la novedad, el sentimiento de insatisfacción vuelve a hacer acto de presencia y se necesitará otro deseo hacia el que proyectarse. En resumen: se consume más tiempo persiguiendo otras cosas que disfrutando de las que ya se tienen.
La misma autora señala que otro mito igual de extendido y perjudicial es la creencia “no seré feliz si…”. Es decir, supeditar nuestro bienestar interior a que no sucedan acontecimientos negativos. “Cuando sufrimos un cambio de fortuna adverso, nuestra reacción suele ser sobredimensionada”, afirma Lyubomirsky. “Entonces nos parece que no podremos volver a ser felices, y que la vida que conocemos se ha acabado ya”.
La realización personal no se puede someter a condiciones, ya que la vida es cambiante y siempre vamos a bascular entre experiencias positivas y negativas. Aceptar con naturalidad los altibajos de la existencia es lo que nos puede procurar un bienestar duradero e incondicional.
No es una cuestión de cuenta corriente. “El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia” Woody Allen
Sobre esta cuestión se han realizado numerosos estudios que sirven de contrapunto a mitos como el de Bután. En 1972, el rey de este país propuso el término “felicidad interior bruta” como alternativa al producto interior bruto, que en su país era realmente bajo.
Se llegó a decir que Bután era el país más feliz del mundo, afirmación discutida por numerosos viajeros que han visitado la zona y han podido ver a algunos de sus habitantes que sufrían de pobreza y enfermedades, aunque la religión budista les facilite afrontar estas situaciones con mayor serenidad.
Acerca de esto, los investigadores aportan una conclusión clara: aunque solo sea por su calidad de vida, las personas que viven por encima del umbral de pobreza son ya más felices que las que tienen que luchar por sobrevivir.
Sí es cierto que a partir de un nivel de ingresos suficiente, engrosar la cuenta bancaria no aporta más sensación de este sentimiento. Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que, por término general, los individuos que ganan más de 90.000 dólares anuales no son más dichosos que los que tienen unos ingresos entre 50.000 y 90.000 dólares. Una amplia encuesta realizada en Japón arrojó resultados similares.
Por tanto, habría que precisar un poco más el tópico y decir: el dinero no da la felicidad, siempre y cuando tengamos suficiente para atender nuestras necesidades básicas. Si carecemos de ingresos para pagar la hipoteca, satisfacer las facturas o llenar la nevera, en ese caso el dinero sí da la tranquilidad necesaria para poder vivir con más satisfacción.
Conclusiones finales. “La felicidad no consiste en otra cosa que en tener buena salud y mala memoria” Albert Schweitzer
Hay muchos otros mitos de este estado de ánimo en la cultura popular, pero tampoco responden a una verdad válida para todos. La satisfacción de cada individuo tiene una medida tan personal, dependiendo de sus inclinaciones y prioridades, que no hay nada que pueda hacer feliz a todo el mundo.
Algunas personas incluso encuentran alegría en estrellarse y tener que empezar de cero. Como afirma el filósofo André Comte-Sponville, “la desesperanza da alas. El que lo ha perdido todo se vuelve ligero, no veáis en ello elogio alguno de la tristeza, al contrario. La tristeza es siempre una pesada carga. La desesperanza no es la infelicidad (…) y está muy cerca de la felicidad misma. Feliz es aquel al que nada le cabe esperar. Tener esperanza es esperar; la felicidad comienza cuando ya no se espera”.
Dejar de esperar que sucedan ciertas cosas es una buena clave para no ser infelices. Si uno consigue liberarse de las creencias sobre la felicidad, estará más cerca de conseguirla por sus propios medios, fomentando un modo de vida que permita estar en paz consigo mismo a la vez que se convierte en alguien útil para los demás.
La buena noticia es que no hay fórmulas mágicas para conseguir llegar a este estado de ánimo. Cada uno de nosotros deberá descubrir, en el camino de la vida, su propia receta

Cada momento es único

“En la propia vida es donde están las pequeñas gotas de felicidad, los momentos, quizá minutos o segundos, donde nos damos cuenta de que ese instante es único y vale la pena. En la misma rutina diaria podemos encontrar esa tranquilidad en los momentos más sencillos, y disfrutar de ellos es lo que aporta calma, bienestar, serenidad y satisfacción a nuestra vida. Buscar la felicidad en el futuro es injusto para nosotros mismos, puesto que no valoramos lo que hemos conseguido hasta este momento, hasta el presente, y continuamente anhelamos algo que no tenemos, algo que, en ocasiones, ni siquiera sabemos qué es”.
Nika Vázquez Seguí (Psicóloga)

sábado, 20 de diciembre de 2014

Las cosas que nos hacen la vida FELIZ Ponlas en Práctica

Amabilidad
Positividad
Propósito
Propósito firme
Hacer lo que te gusta
Mejorar en lo que te gusta
Valor
Tranquilidad
Calma
Empatia
Deseo de Aprender
Determinación por Aprender
Disfrutar
Se amable
Manten la calma
Manten la calma siempre

martes, 16 de diciembre de 2014

Para todos La2 - Joan Garriga

Pon atención haz lo que te gusta
Pon atención haz tu Pasión
Vive en el Amor
Haz el Bien
Pon Atención al ser
Se lo que eres
Aprende a ganar
Aprende a perder
Busca las palabras adecuadas
La palabra es dios
Tener lo que necesita
Seguridad
Valoración
Haz lo conveniente
COMPROMISO
PASIÓN
OBJETIVOS CLAROS
HUMILDAD
ESFUERZO
CONFIANZA
COMPETITIVIDAD
PERSEVERANCIA
VALENTÍA
RESPETO AL RIVAL
COMPAÑERISMO EQUIPO
AGRADABLE
SIMPATICO
MOTIVADO
MOTIVADOR
HACE LO CONVENIENTE
Si no hace lo que debe no esta motivado
disfruta
adaptate


domingo, 9 de noviembre de 2014

Ayuda a la Gente Cercana

La autoestima es un ingrediente muy importante para una vida exitosa y feliz. Una persona puede ser bendecida con inteligencia y talento pero si carece de autoestima, puede resultar un obstáculo para alcanzar el éxito en sus tareas, relaciones y virtualmente en todas las áreas de la vida.
Los primeros años en la vida de un niño son el fundamento de una sana autoestima.
Como padres, no podemos controlar todo que nuestro hijo ve, oye o piensa, ni como esto contribuirá a la imagen de si mismo. Pero podemos hacer mucho. Tenemos al niño en sus primeros años de vida; Di-s nos dio un regalo especial--un ser humano nuevo con la "pizarra limpia." Durante estos años, lo qué entra en la mente de nuestros hijos es muy impactante, y deja una marca de por vida. Por ello, los padres tienen una oportunidad única, irrepetible de abrir "la cuenta bancaria de la autoestima" en la cuál el niño almacenará muchas cosas positivas sobre si mismo. En los años y décadas por venir, esta "cuenta bancaria" se enfrentará con las experiencias negativas de la vida, que son inevitables.
¿Cómo comenzamos la cuenta bancaria de nuestros hijos? ¿Cómo podemos, como padres, aumentar la autoestima de nuestros hijos? Aquí hay algunas sugerencias:
1. Demuestre amor y afecto a su hijo. Todas nuestras acciones con nuestros hijos, desde la infancia, se deben hacer con afecto y amor. Un bebé que fue tratado con amor y afecto tendrá la sensación subconsciente que es lo suficientemente digno e importante para ser amado.
2. Felicite a su hijo. Dé a su hijo tantos elogios como sea posible, siempre que hagan algo correctamente. Dígale, "Estoy muy orgulloso de ti. Eres muy especial. Me gusto la manera que lo has hecho. "
3. Haga sus elogios creíbles. Es importante, sin embargo, que los elogios sean creíbles. Los elogios exagerados como, "Eres el mejor del mundo. Eres la persona más agradable que existe " pueden ser contraproducentes. El niño desarrollará un ego exagerado, y esto puede afectar la relación con sus amigos, y a la larga, tendrá un efecto negativo en su autoestima.
4. Fije metas para su hijo. La meta debe ser alcanzable—vestirse solos, conseguir una mejor calificación en la próxima prueba. Fije metas que sean acorde a la edad y las capacidades de su hijo (fijar una meta inalcanzable tiene un efecto negativo). Mientras el niño se esfuerza en lograr la meta, acompáñelo y felicítelo a cada paso del camino. Una vez que su hijo alcance la meta, felicite su logro y refuerce su imagen personal de emprendedor.
5. Critique la acción, no a la persona. Cuando su hijo haga algo negativo, dígale, "Eres un niño bueno y especial, no debes hacer esas cosas" en vez de decir, "eres malo."
6. Tome en cuenta los sentimientos de su hijo. Cuando su hijo sufra un golpe a la autoestima, es importante considerar sus sentimientos. Por ejemplo, si su hijo se siente ofendido por un comentario hecho por un amigo o un profesor, dígale "Sí, se que te ofendió lo que dijo esa persona " o "Se que sientes que tu amigo no te quiere". Solo después que su hijo sienta que sus sentimientos son importantes y tomados en cuenta, él estará abierto para que usted alimente su autoestima mostrándole toda la gente que si lo quiere y respeta, y las cosas positivas que otros han dicho sobre él.
7. Siéntase orgulloso de su hijo. Habitualmente, debemos recordar decir a nuestros hijos cuan afortunados y orgullosos somos de ser sus padres.
8. Hable positivamente de su hijo en presencia de la gente importante en su vida, como abuelos, profesores, amigos etc.
9. Nunca compare a su hijo con otros. Nunca le diga: "¿Por qué no eres como Pablito?". Y cuando tales comparaciones son hechas por otras personas, tranquilice a su hijo y dígale que el es especial y único a su manera. "
10. Asegúrese que cuando otros traten con su hijo sepan cuales son sus puntos fuertes. Al principio del año escolar, hable con los profesores de su hijo y dígales cuáles son sus puntos fuertes y las áreas en las cuales él o ella sobresalen, de modo que el profesor tenga una perspectiva positiva de ellos y continúe fortaleciendo estos puntos.
11. Dígale a su hijo regularmente que lo ama incondicionalmente.Cuando fallan, o hacen algo incorrecto, recuerde decirles, "¡Eres especial para mí, y yo te amo siempre, sin importar lo qué pase!"
12. Mejore su propia autoestima. Usted necesita verse a si mismo positivamente. Los padres que carecen de suficiente autoestima tendrán dificultades para mejorar la autoestima de sus hijos. Un buen padre es un padre que sabe que él o ella no son perfectos pero se valoran por lo que son, siempre intentando crecer y mejorar

La Honradez

HONRADEZ: estar libre de engaños.

Es quizá la cualidad que los jugadores más valoran en un entrenador que pretende ser  líder de su equipo. La confianza, cimentada en la honradez, es el fundamento que mantiene las relaciones entre el entrenador y sus jugadores. 

La honradez es el aspecto más difícil en el día a día de la vida deportiva y en la sociedad. Lo vemos hoy en las noticias, cómo tantas personas que tienen poder terminan siendo corruptos por perder esa honradez. En lugar de ser transparentes y sinceros, se dejan atrapar por la ambición de ser más, de tener más, de llegar a más y se olvidan que están ahí para servir a los demás con su honradez.

Ser un entrenador honrado implica ayudar a tus jugadores a tener perspectivas claras. Y eso cuesta esfuerzo porque hay que dedicarles tiempo, pensar en ellos, apoyarles. No sería honrado ver como un jugador anda desviado de su trayectoria deportiva o personal y que no le digamos nada, que no intentemos rectificar su rumbo cuando vemos que va a la deriva. 

¿Cómo actúas ante tus jugadores cuando te das cuenta de que hay algo que no tiene claro? ¿Das un grito o echas una bronca para que despierte o tratas de analizar la causa de fondo que aquel problema lleva consigo? Si actúas de la primera manera, es que no tienes ningún interés por ayudarle. 

Tu actitud no es honrada porque no quieres dedicar tiempo a algo complejo y difícil que puede serle de mucha utilidad a largo plazo. Eres un egoísta que lo único que buscas es que el día del partido te responda bien además de no complicarte la vida en temas que te llevarían más trabajo. 

Piensa en el bien que puedes hacer con cada uno de estos chicos a largo plazo. Sabes que eres un líder en tu equipo y que lo que digas y hagas va a ser muy importante para ellos. Un consejo, una conversación bien aprovechada significará mucho para este jugador que necesita tu apoyo en estos momentos.

La honradez implica buscar la forma de hacerles responsables a través del deporte. El primer paso para conseguirlo es tu ejemplo. ¿Te sientes responsable de tu equipo? ¿Estás dispuesto a sacarlo adelante con esfuerzo? ¿Eres un ejemplo de puntualidad, de honestidad, de preparación de los entrenamientos, de liderazgo con el grupo? ¿Buscas excusas en las derrotas o sabes asumir tus errores? Todo esto es lo que aprenderán de ti. ¡Menuda responsabilidad pensar que en las vidas de estos muchachos quedarán grabadas para siempre lo que tu les has mostrado como entrenador y como persona! 

Es posible que todavía no les hayas enseñado nada. Pero no te desanimes. Hoy, ahora es un buen momento para empezar, para cambiar tu enfoque deportivo, para ayudarles de verdad a través de este bello deporte.

Los chicos perderán y ganarán pero deben siempre darse cuenta de que son responsables de lo que hacen. No podemos permitir que ante las derrotas se escuden en el árbitro, en la dureza del equipo contrario, etc. Sí, es cierto lo que dicen tus jugadores pero no permitas que se queden con esta justificación. En parte, son ellos los que han perdido o ganado el partido con su actuación. Quizá se confiaron demasiado y hay que reconocerlo. Posiblemente se relajaron cuando iban ganando y eso hay que rectificarlo. Seguro que fallamos en la definición excesivamente y eso le concedió demasiada ventaja al rival. Hemos de enseñar a nuestros jugadores a asumir unas responsabilidades en lo que hacemos. Eso nos permitirá no vivir eternamente engañados. Es una tarea complicada por parte del entrenador pero necesaria si realmente somos honrados con ellos.

Si quieres ser un entrenador honrado debes estar dispuesto a darles las buenas y las malas noticias. Las buenas, es sencillo. Siempre estamos dispuestos a darlas. Aunque hay entrenadores que son incapaces de reconocer el buen trabajo que sus jugadores realizan. Son demasiado cenizos y nunca están satisfechos con lo que los chicos hacen. Hay partidos que se pierden pero que sin embargo se ha trabajado muy bien. Es el momento de felicitarles y de mostrarles tu satisfacción.

Hay otros momentos en los que terminamos ganando pero las cosas no han salido bien. No podemos quedarnos con el resultado. Hemos de ser muy transparentes con ellos y decirles las cosas tal como son. Esto ha salido bien y aquello mal. No pasa nada. Seguimos trabajando. No podemos engañarles ofreciéndoles informaciones que no son reales. Vamos a ser honrados con ellos.

Del mismo modo, un entrenador honrado debe informar a sus jugadores sobre los resultados de sus entrenamientos y partidos. El partido se ha terminado pero ellos se merecen saber cómo lo han hecho. Hemos de ofrecerles un feed - back constante que les permita en todo momento evaluar su actuación. Eso les permitirá mejorar su rendimiento cada vez más. El entrenador que se calla, que no transmite nada después de un trabajo, no es honrado con sus jugadores, no demuestra un interés por su mejora y les hace mucho daño porque les priva de un crecimiento que siempre se merecen. 

Es importante ser consecuente. No vale exigir y no dar ejemplo. Si pido puntualidad, yo soy el primero en llegar. Si exijo esfuerzo, yo soy el primero en darlo todo por el equipo. Si reclamo respeto, yo soy el primero en acatar las decisiones del árbitro y tratar a mis jugadores  con la dignidad que se merecen. Si quiero profesionalidad, predico con el ejemplo preparándome muy bien los entrenamientos y los partidos. Si les enseño a perder, he de saber aceptar la derrota el primero, con deportividad, con espíritu positivo, con humildad. Un entrenador debe ser coherente en todo momento. ¿pueden decir tus jugadores que eres un ejemplo de los valores deportivos que intentas transmitirles?

Un entrenador honrado debe ser justo. No puede manifestar preferencias entre sus jugadores. Este es un problema bastante importante en el fútbol base. Entrenadores con preferencias porque juega muy bien, conozco a su padre, es muy simpático, entrena con mucha intensidad… 

He de ser justo y procurar felicitar y premiar a todos alguna vez. Quizá tienes en tu equipo jugadores más flojos pero hemos de ayudarles. Quizá estén pasando un mal momento en su familia y eso repercute en su juego. No podemos apartarlos o infravalorados por los resultados que dan sino que hay que analizar la situación de cada uno y tomar decisiones justas, ponderadas, prudentes. No dejarnos llevar por nuestros propios sentimientos. No podemos etiquetar a nuestros jugadores: este es un individualista, este otro es un payaso, aquel es un fenómeno. Es injusto encasillar a nuestros jugadores porque les ponemos muy difícil la posibilidad de que cambien y mejoren.

Podríamos resumir diciendo que el entrenador honrado es aquel que demuestra un comportamiento libre de engaños y se mantiene consagrado a la verdad a toda costa.

No es honrado aquel entrenador que no intenta hacer que entrene y juegue bien cada uno de sus jugadores. Los entrenadores que no luchan por conseguir los objetivos deportivos establecidos, son unos ladrones y unos mentirosos. Ladrones porque están estafando al que les paga el sueldo y mentirosos porque ocultan las cosas pretendiendo que todo va bien y no es así.

Hay entrenadores que opinan que mientras todo el mundo esté contento en su equipo, todo va sobre ruedas. Se niegan a plantear objetivos más altos porque tiene miedo a que se enfaden con él. Este es un proceder deshonesto que hemos de erradicar. 


Por encima de los conocimientos y habilidades de un entrenador, si tuviera que escoger entre varios, elegiría al más honesto aunque no supiera tanto. Tienes toda la seguridad y confianza de que te va a sacar el grupo adelante.

domingo, 5 de octubre de 2014

100 Hábitos de la Gente Altamente EFECTIVA y FELIZ

Aquí tienes 7 hábitos para saber si eres una persona con alta inteligencia emocional o para aprender y seguir estos pasos.
1.-Concéntrate en lo positivo
2.-Rodeate de gente positiva
3.-Poner Limites

1. Se concentran en lo positivo.

Sin ignorar las malas noticias, las personas emocionalmente inteligentes han hecho una decisión consciente de no gastar demasiado tiempo y energía que se centra en los problemas. Buscan soluciones a un problema, se concentran en lo que son capaces de hacer y lo que está dentro de su control.

2. Se rodean de gente positiva.

Las personas con mucha inteligencia emocional no pasan tiempo escuchando a los quejosos y tienden a evitar a las personas negativas. Las personas negativas son una pérdida de energía y no están dispuestos a dejar que otros agotan su vitalidad. Incluso las personas negativas aprenden rápidamente a evitar a las personas positivas.
Pasan tiempo con otras personas que son positivas y se ven en el lado brillante de la vida. Tienden a sonreír y reír mucho y atraer a otras personas positivas. Su calidez, apertura y actitud hace que otros los vean más dignos de confianza.

3. Son capaces de poner límites y ser firmes cuando es necesario

Aunque su carácter amistoso puede hacer que parezcan presa fácil para algunos, son capaces de poner límites y hacerse valer a sí mismos cuando es necesario. Demuestran la cortesía y consideración, pero se mantienen firmes al mismo tiempo.
No hacen enemigos innecesarios. Piensan antes de hablar y se dan tiempo para calmarse si sus emociones parecen llegar a ser abrumadoras. Respetan sus tiempos y los compromisos y saben cuándo tienen que decir No.

4. Piensan hacia adelante y están dispuestos a dejar atrás el pasado

Aprenden de sus errores del pasado y lo aplican a sus acciones en el futuro. Nunca ven el fracaso como permanente.

5. Buscan formas de hacer la vida más divertida, feliz, e interesante

Ya sea en su lugar de trabajo, en casa, o con amigos; saben lo que los hace felices y buscan oportunidades para ampliar el disfrute. Sienten placer y satisfacción al ver a los demás felices y realizados, y hacen todo lo posible para alegrar el día de alguien más.

6. Eligen sabiamente la forma en que gastan su energía

Son capaces de sobrepasar los conflictos donde se involucran con los demás. No se aferran a la ira por lo que otros consideran de ellos, en lugar de eso, usan el incidente para crear conciencia sobre la forma de NO dejar que suceda de nuevo. ‘Si me engañas una vez, la culpa es tuya, si me engañas dos veces, la culpa es mía’, es su lema. Perdonan, no olvidan y es improbable que se aprovechen de ellos nuevamente en el mismo conjunto de circunstancias.

7. Aprenden continuamente y crecen hacia su independencia

Son aprendices de por vida, están en constante crecimiento, evolución, abiertos a nuevas ideas y siempre están dispuestos a aprender de los demás. Al ser pensadores críticos, están abiertos a cambiar de opinión si alguien presenta una idea mejor. Están abiertos a las ideas de los demás y la recolección continúa de nueva información, en última instancia, confían en sí mismos y su propio juicio para tomar la mejor decisión para ellos mismos.

Enagrama Tipo 1

De todos los defectos que existen, el perfeccionismo es uno de los mejor considerados por la sociedad. En el ámbito laboral, por ejemplo, ser una persona que persigue la excelencia está tan bien visto que muchos candidatos, al ser entrevistados para un puesto de trabajo, suelen destacar este rasgo de personalidad como su principal área de mejora. De este modo consiguen dos objetivos: primero, ocultar sus verdaderas carencias. Y segundo, tratar de impresionar a su interlocutor.
No en vano, tener este rasgo en el carácter implica comprometerse con imprimir un sello de calidad en todo lo que se hace. La Real Academia Española define esta conducta como una “tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a considerarlo acabado”. De ahí que, en un primer momento, se relacione con productividad, eficiencia y excelencia. Pero tal como dice un refrán español, “no es oro todo lo que reluce”.
Para analizar este comportamiento, utilicemos como analogía los icebergs. Al observar uno de estos enormes pedazos de hielo, tan solo vemos la pequeña punta que sobresale por encima del agua. El grueso restante –que representa el 85%– queda por debajo, oculto. Hay que sumergirse para poderlo ver. Del mismo modo, al hablar de perfeccionismo solemos quedarnos con los atributos positivos que se encuentran en la superficie, sin vislumbrar la parte inconsciente que queda escondida.

Insuficiencia y autoexigencia


“Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás”.
Erich Fromm
Y entonces, ¿qué hay detrás de la búsqueda constante de perfección? ¿Por qué en muchas ocasiones esta característica del carácter suele generar insatisfacción? A los miembros de este club puede que les resulte incómodo reconocer que el motor de sus acciones es la permanente sensación de insuficiencia que sienten en su interior. De ahí que nada nunca les parece lo suficientemente perfecto.
En un nivel muy profundo e inconsciente, los perfeccionistas consideran que no está bien ser como son. Sienten que hay algo erróneo que han de corregir. No saben exactamente el qué, pero esta sensación de imperfección interna les mueve a querer cambiar y les fuerza a comprometerse con mejorar. Esencialmente porque creen que actuando de este modo, volverán a sentirse bien consigo mismos. Es entonces cuando, sin darse cuenta, crean un ideal subjetivo, que determina cómo deberían ser.
El secreto de la serenidad es aceptar cada situación tal y como es
Para poder alcanzar la perfección deseada, desarrollan una autoexigencia feroz e implacable. Y empiezan a escuchar a un juez interno dentro de su cabeza que juzga y critica aquellas decisiones, acciones y resultados que les alejan de dicho ideal. Dado que su conducta se rige por medio de un imperativo moral, suelen hablar en términos de “tengo que” o “debo”. Y cómo no, este patrón de exigencia lo acaban proyectando sobre la gente con la que se relacionan.
Así, los perfeccionistas miran el mundo a través de una lupa, mediante la cual ponen el énfasis en todo aquello imperfecto que debería ser mejor de como es ahora mismo. Pongamos por ejemplo que terminan una novela llena de pasajes narrativos memorables. En vez de apreciar lo valioso que hay en ese texto, suelen criticar los cuatro errores ortográficos que han encontrado a lo largo de las más de cuatrocientas páginas que acaban de leer. Parece como si la mirada de estos adictos a la perfección estuviese entrenada para detectar fallos.

Prepotencia y frustración


“Es muy difícil ser humilde cuando se es el mejor”.
Muhammad Alí

Aprender a cambiar

LIBRO
La aceptología
Gerardo Schmedling (Editorial Unicomundo)
Este texto está basado en transcripciones de charlas de este filósofo colombiano sobre el poder de la aceptación, cuyo mensaje principal es que aquello que no somos capaces de aceptar es la única causa de nuestro sufrimiento.

PELÍCULA
La decisión de Anne
Nick Cassavetes
En esta película, Cameron Díaz interpreta a una madre que lucha desesperadamente contra la enfermedad terminal de su hija mayor, aquejada de leucemia. Al resistirse a aceptar la realidad, llega incluso a concebir a otra hija mediante ingeniería genética para salvarle la vida.
No es un rasgo que se desarrolle con los años. El gen del perfeccionismo viene de nacimiento. De ahí que muchos perfeccionistas asocien a su infancia un sentimiento de no haber sido considerados lo suficientemente buenos por sus padres. Con el paso del tiempo, interiorizan que no está bien cometer errores. Así es como desarrollan la rigidez y la inflexibilidad. Y acostumbran a creerse en posesión de la verdad, imponiendo su punto de vista entre quienes piensan de forma diferente. Una de sus máximas aspiraciones es tener la razón. Y suelen mostrarse intolerantes y prepotentes cuando se sienten inseguros, amenazados por opiniones que discrepan de las suyas. 
Uno de sus mecanismos de defensa consiste en evitar trabajar en equipo. Tienden a cargar sobre sus espaldas con la responsabilidad de hacer lo que se tiene que hacer. Les cuesta muchísimo delegar en otras personas, pues no confían en nadie más que en sí mismos. ¿Cómo van a hacerlo si los demás no se esfuerzan tanto como ellos ni consiguen imprimir el nivel de calidad y excelencia que desean?
Para compensar su sensación de insuficiencia tienen que aparentar ser perfectos a los ojos de la gente. De ahí que suelan ser muy susceptibles. Tienden a irritarse con facilidad cuando se sienten criticados. No soportan que nadie les diga cómo tienen que hacer las cosas. Sin embargo, esto es lo que acostumbran a decirles a las personas con las que interactúan.
Debido a la autoexigencia, rigidez y susceptibilidad que se ocultan bajo la superficie del perfeccionismo, estas personas terminan cosechando una frustración permanente. Su emoción predominante es la ira, la cual se manifiesta como una bola de fuego en el estómago cada vez que las cosas no salen como ellos esperaban. Eso sí, debido a que enfadarse no es una conducta demasiado perfecta, tienden a reprimir su ira hacia dentro. No es ninguna casualidad que entre el colectivo de perfeccionistas muchos somaticen la rabia, el estrés y la tensión en forma de dolores de cabeza, espalda y bruxismo.

Serenidad y aceptación

“No eres la charla que oyes en tu cabeza. Eres el ser que escucha esa charla”.
Jiddu Krishnamurti
La clave para que el perfeccionismo no sea fuente de insatisfacción reside en el arte de cultivar la serenidad y la aceptación. Y para ello es necesario que se den cuenta de que en su interior oyen una voz que los critica por todo lo que podrían hacer mejor. También han de tomar consciencia de las consecuencias que les está reportando seguir los dictados de dicha vocecita. Comprender que ellos no son ese juez interno tan exigente es el primer paso para recuperar el equilibrio perdido en su afán de ser perfectos.
Una práctica muy recomendable consiste en reírse de dicha vocecita cada vez que comience a resaltar lo que debería mejorarse. A la hora de concluir con alguna actividad, en vez de preguntarse si es intachable –lo cual nunca lo será a los ojos de un perfeccionista– pueden verificar si es “digna”, algo que sí está a su alcance. Más que nada porque el secreto de la serenidad consiste en aceptar cada situación tal y como es, en vez de esperar que sea como ellos quieren.
Al recuperar el contacto con la serenidad, los perfeccionistas asumen que los errores que cometen no son buenos ni malos, sino necesarios para aprender y evolucionar. También comprenden que todo es perfecto –incluidos ellos–, porque todo lo que sucede está en su proceso hacia la perfección. Que, por cierto, es invisible a los ojos. No tiene tanto que ver con los acontecimientos externos como con lo que uno siente por dentro al relacionarse consigo mismo.
En la medida que estas personas profundizan en aceptarse tal como son, comienzan a hacer lo mismo con los demás y sus circunstancias. Aceptar no es resignarse ni ser indiferente; es comprender que todo tiene su razón de ser y que de nada sirve luchar o tratar de cambiarlo. Lo paradójico es que cuando se aceptan de verdad, surge la transformación. Aparentemente nada ha cambiado. Pero al modificar su forma de mirar, cambia por completo su manera de vivir y de relacionarse. Y el único indicador fiable para saber si han conquistado dicha aceptación es la paz interior

domingo, 14 de septiembre de 2014

La Modestia La Sencillez La Humildad La Sensatez

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.


La modestia es la actitud tendente a moderar y templar las acciones externas; implica contenerse en ciertos límites, de acuerdo con las conveniencias sociales o personales. También es la cualidad de humilde, de falta de vanidad o de engreimiento.
También la modestia es una Cualidad del carácter de una persona que le hace restar importancia a sus propias virtudes y logros y reconocer sus defectos y errores: la modestia es una gran virtud.
Las prácticas específicas de la modestia varían entre culturas, épocas y grupos de personas. El estándar de modestia posee diferentes características, siendo una medida tendente a encauzar al individuo en la sociedad ya que suele ser juzgado por ésta cuando se extralimita en su comportamiento.
Los principios generales de la modestia promueven evitar la excesiva atención hacia uno mismo, limitando las acciones y actitudes para inculcar comportamientos menos egoístas. A veces, la modestia suele confundirse con la timidez o la simplicidad.
Esta virtud generalmente se entiende como un señalado recato y hasta cierto punto inhibición por las expresiones de sí mismo; un individuo modesto es el que no hace gala de sus bienes o facultades, esta virtud es la consideración de no lastimar al prójimo con un desplante que pueda causarle daño.

Clases de Modestia
  • Hay 10  especies de modestia ,  para los actos internos y  para los externos:
    a) la humildad que modera el afán de superioridad;
    b) No hacer alarde
    c) Primero entender y escuchar sin interrupir
    d)Es amable
    e)Es comprensiva
    f) la estudioso o afán de saber, que estimula a la búsqueda de la verdad y frena el deseo de saber lo que excede nuestra capacidad;
    g) la modestia en el comportamiento, en las costumbres;
    h) la modestia en el adorno (cfr. P. Lumbreras, De fortitudine et temperantia, Roma 1939, nos. 159 y 307-363).
    i) Escuchar es un acto de generosidad es convertirte en un recipiente
    j) Trabajar la Paciencia
    k) Trabajar con Autocontrol
    l)Irradiar Calma
    m) Escucha para entender

lunes, 1 de septiembre de 2014

LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA
INTRODUCCIÓN
El libro de “Los 7 hábitos de la gente altamente eficaz” es realmente muy interesante, ya que sirven en cualquier organización, ya sea tanto en una empresa como en la familia,.
Si una persona es capaz de llevar estos hábitos en su vida cotidiana puede lograr importantes logros, tanto en su vida personal, como en cualquier organización.
Y creo que como dice al principio el libro, aunque es difícil romper con los paradigmas que ya tenemos incorporados y nos cueste trabajo, también es muy bueno adoptar otras posturas que nos hagan mejorar y sobre todo como dice el libro la importancia que tiene el romper una paradigma radica en que se puede llegar a cambiar toda una mentalidad como lo hizo Copérnico o Newton, incluso por ejemplo las mujeres que adoptaron el movimiento feminista, que lograron realmente un cambio en la mentalidad de toda una sociedad.
Este trabajo trata de explicar de manera breve los siete hábitos de los que habla Covey y además la forma es que los puedo aplicar específicamente a mi vida cotidiana
RESUMEN
Los hábitos de la efectividad personal y organizacional.
Primer habito: Sea proactivo.
Este hábito de efectividad representa la posibilidad de asumir nuevos desafíos en un ambiente de libertad individual y responsabilidad social de la persona humana. Este es el hábito de la conciencia y conducta de responsabilidad, el que resulta determinante en cada persona para comprender sus realizaciones y frustraciones, sus retos y sus respuestas, sus ambiciones y sus logros.
Se Asertivo di las cosas de manera clara y amable.
Asume la responsabilidad de tu vida
Es muy importante entender que entre los estímulos, procedentes del ambiente externo e interno, y las respuestas, manifestadas en conductas observables o no, existe la libertad interior de decidir. Esta es evidentemente una postura no determinista, tal como el propio Viktor E. Frankl la señalara al considerarla la última de las libertades humanas. Al hombre se le puede despojar de todo salvo la de elegir sus valores de actitud frente a las circunstancias de su propia vida. Una lección magistral de libertad interior de elegir la dio el propio Frankl a raíz de su dolorosa experiencia durante sus años de confinamiento (1942 - 1945) en cuatro campos de concentración nazi. Su extraordinario libro: Un psicólogo en un campo de concentración (1946), publicado después con el título de: El hombre en busca de sentido, siempre perdurará como uno de los más valiosos legados de valor y esperanza humanas en las condiciones más difíciles de soportar para un ser humano.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre lo que constituye el hábito de la responsabilidad, son los siguientes:
Valore positivamente la proactividad porque su práctica cotidiana le significará también mayor libertad personal.
Sienta, piense y actúe reconociendo que su familia es su responsabilidad más importante.
Acepte nuevos retos que lo desafíen a cuestionar y romper su precaria seguridad para desarrollarse cada vez más.
Supere con decisión y valor las barreras internas y externas que le impiden actuar en forma proactiva.
Anticípese al futuro diseñando con creatividad y oportunidad acciones preventivas.
Actúe con suma responsabilidad en su trabajo como un camino inteligente para progresar.
Reafirme día a día la responsabilidad que tiene sobre su propia vida.
Segundo hábito: Empiece con un fin en mente.

Este hábito de efectividad refleja el liderazgo personal y satisface plenamente la necesidad de encontrar un sentido a la propia existencia. Este es el hábito de la primera creación o creación mental, el que resulta esencial en cada persona para comprender el cumplimiento de su misión existencial.
Las observaciones y estudios realizados acerca de la visión de futuro revelan que esta es en verdad extraordinaria y, tal como lo considera Stephen R. Covey, el poder de una visión de futuro es increíble. La literatura mundial abunda en casos que demuestran la manera en que la visión de futuro posibilita el cumplimiento de los propios objetivos. Viktor E. Frankl lo demostró personalmente, así como en los casos de aquellos otros individuos enfrentados a situaciones límites en los campos de concentración nazi. Benjamin Singer también comprobó el caso de niños escolares que tenían una imagen de roles centrados en el futuro y su influencia para su desarrollo. Andrew Campbell y Laura L. Nash estudiaron la influencia del sentido de misión para el caso de las organizaciones y equipos. Por último, Fred Polak estudió, para el caso de las civilizaciones, la influencia de la visión colectiva de futuro.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre lo que es el hábito del liderazgo personal, son los siguientes:
Decida y actúe iluminándose con su propia visión de futuro.
Dirija su vida previendo su derrotero futuro.
Contraste sus decisiones y acciones con su misión personal y realice los ajustes que correspondan.
Acepte que su vida tiene un sentido . . . pero reconozca también que es usted quien tiene que descubrirlo.
Identifique los principios y valores que orientan su propia vida.
Determine el sentido de su vida y comprométase con el mismo.
Lidere su vida trazando el rumbo que recorrerá hoy y mañana.
Tercer hábito: Establezca primero lo primero.
Este hábito de efectividad interpreta la idea de la administración personal, y su aplicación inteligente posibilita que las personas puedan encontrar la diferencia entre lo importante y lo urgente para ser más efectivas. Este es el hábito de la segunda creación o creación física, el que resulta básico para comprender la calidad de las decisiones y acciones en el día a día.
Existen varias generaciones de aplicaciones inteligentes respecto a la administración del tiempo, cada una de las cuales ha logrado un avance sustantivo con respecto a la anterior: Desde la primera, basada en las notas y listas de tareas; pasando por la segunda, apoyada en las agendas; hasta la tercera, fundamentada en la administración del tiempo. Stephen R. Covey ha propuesto una cuarta que encuentra su sustento en la matriz de administración personal, en la que cada actividad puede ser clasificada según dos criterios: 1) Urgencia, aquellas actividades que requieren una acción inmediata; y 2) Importancia, aquellas actividades que tienen que ver con los resultados. Así, cada actividad es susceptible de clasificarse en los siguientes cuadrantes: 1) Urgente e importante: Administración por crisis; 2) No urgente e importante: Administración proactiva; 3) Urgente y no importante: Administración reactiva; y 4) No urgente y no importante: Administración inefectiva. Resulta obvio que es el segundo cuadrante el que resulta clave para el logro de la efectividad.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito de la administración personal, son los siguientes:
Defina en forma prioritaria los objetivos y metas que deberá alcanzar en el corto, mediano y largo plazo.
Decida sobre aquello que no es urgente pero sí importante en su vida . . . y determine actuar en consecuencia.
Precise sus roles y objetivos, esfuércese por cumplirlos . . . y renuévelos.
Establezca un modelo de conducta que le permita ser plenamente interdependiente.
Efectivice sus resultados definiendo previamente la jerarquía de sus obligaciones.
Trabaje y comprométase diariamente sobre su victoria privada.
Practique a diario el uso de su planificador (agenda) para marcar día a día la diferencia.
Cuarto habito: Piense en ganar / ganar.
Este hábito de efectividad ejemplifica el beneficio mutuo y ayuda poderosamente a encontrar el equilibrio en las relaciones humanas con un sentido de bien común y equidad. Este es el hábito que posibilita el logro de satisfacciones compartidas entre todas aquellas personas que participan en un proceso de negociación.
Este hábito comprende el estudio de seis paradigmas de interacción humana: 1) ganar / ganar; 2) gano / pierdes; 3) pierdo / ganas; 4) pierdo / pierdes; 5) Gano; y 6) ganar / ganar o no hay trato. Cada uno de estos paradigmas es un modelo de relaciones humanas que conlleva determinados objetivos y logros; sin embargo, el primer modelo de los nombrados en una realidad interdependiente es el único viable. Este primer modelo representa beneficios mutuamente satisfactorios, además de que supone aprendizaje recíproco e influencia mutua. La historia de los conflictos en todos los ámbitos psicológicos y sociales refleja la ausencia de esta comprensión, primero, y la práctica desafortunada de las negociaciones, después. Los procesos de negociación colectiva llevados en forma periódica entre representaciones empresariales y sindicales reflejan, en la mayoría de las realidades empresariales latinoamericanas, un modelo basado en el paradigma gano / pierdes, el mismo que a la postre se convierte en un paradigma pierdo / pierdes.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito del beneficio mutuo, son los siguientes:
Piense que si trata al otro como a usted mismo le gustaría ser tratado, estaría sembrando la semilla del ganar / ganar.
Acepte el hecho de que tanto usted como los demás pueden y deben resultar beneficiados en una negociación.
Negocie actuando con integridad, madurez y mentalidad de abundancia.
Decida aquello que favorezca el bien común y la equidad.
Actúe pensando en que todos deben beneficiarse.
Cultive una filosofía de vida ganar / ganar en la vida familiar, laboral y social.
Estimule la inteligencia del equipo de trabajo aportando una filosofía y conducta sustentada en ganar / ganar.
Quinto hábito: Procure primero comprender y después ser comprendido.
Este hábito de efectividad describe la comunicación efectiva y conviene aplicarlo a los efectos de desarrollar los beneficios de la inteligencia emocional y obtener un clima social de respeto y convivencia armoniosa. Este es el hábito que sustenta la necesidad de comprender con empatía al otro para después ser comprendido y poder edificar relaciones interpersonales más constructivas.
Destaca muy especialmente en este hábito la importancia de la escucha empática en el proceso de la comunicación humana. Si bien todos los hábitos de la efectividad se encuentran muy relacionados con la inteligencia emocional, este hábito lo está en un grado mayor por sus propias connotaciones emocionales. Se ha comprobado a través de diversos estudios que la escucha activa resulta para el supervisor una aptitud crítica para obtener el éxito en su gestión. Esta escucha es con la intención sincera de comprender profunda y realmente a la otra persona. Puede recordarse aquí que la antigua filosofía griega reconoce el ethos, fundamento del carácter e integridad; el pathos, base de la empatía y el sentimiento; y el logos, sustento de la lógica y la razón.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito de la comunicación empática, son los siguientes:
Aprenda mentalmente a ponerse en los zapatos del otro para empezar a comprenderlo.
Pregúntese si la calidad de su comunicación con las personas aporta el respeto necesario y posibilita una convivencia armoniosa.
Reconozca que para comprender al otro deberá aprender a escucharlo . . . con la mente abierta.
Entienda al otro para comunicarse, primero, y encontrar juntos una solución efectiva, después.
Compórtese con la necesaria firmeza y seguridad frente a los demás para ser escuchado.
Realice depósitos constantes y positivos en la cuenta bancaria emocional de los demás.
Aprenda a establecer una comunicación empática escuchando y dejándose escuchar.
Sexto hábito: Sinergice.
Este hábito de efectividad implica la interdependencia y es el producto social de individuos, familias, equipos de trabajo y organizaciones bien integradas, productivas y creativas. Este es el hábito que fundamenta los logros sinérgicos del trabajo en equipo, vale decir de aquellos equipos en los que el resultado del colectivo es mayor que la simple suma de sus integrantes. También podría afirmarse que el cociente intelectual del equipo es mayor que el promedio del cociente intelectual de aquellos que participan en su composición.
La sinergia es un producto resultante de la calidad de las relaciones internas y externas de calidad singular. Así, la sinergia intrapersonal es consecuencia de la práctica de los tres primeros hábitos que propician la victoria privada o maestría personal; en tanto que la sinergia interpersonal es el resultado de la práctica de los tres segundos hábitos que generan la victoria pública o maestría interpersonal. Otra manera de enfocar la sinergia interpersonal es considerarla como un producto de la mentalidad de abundancia, la cuenta bancaria emocional y el esfuerzo por procurar primero comprender. Un ejemplo notable de sinergia son los círculos de calidad comprometidos, productivos y creativos.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito de la interdependencia, son los siguientes:
Sinergice actuando con proactividad, competitividad y creatividad en su equipo de trabajo.
Seleccione la tercera idea superior en los grupos humanos en los que participe.
Alcance nuevos logros y propicie la innovación en su propia familia.
Supérese a sí mismo para desarrollar cada una de las dimensiones de su personalidad y lograr una mayor sinergia interna.
Actúe proactivamente para ayudar a la formación de un equipo de trabajo bien integrado y productivo.
Acepte la diversidad como una fortaleza del equipo de trabajo que se necesita explotar con inteligencia, creatividad y sensibilidad.
Intégrese a un equipo de trabajo sumando y multiplicando esfuerzos para alcanzar los objetivos del grupo en forma sinérgica.
Séptimo hábito: Afile la sierra.
Este hábito de efectividad interpreta la mejora continua y ofrece un horizonte de superación personal en todas y cada una de las áreas de nuestra personalidad. Este es el hábito que permite entender el mejoramiento personal en las dimensiones física, mental, socio-emocional y espiritual.
Stephen R. Covey denomina a este hábito afilar la sierra por aquella historia que relata acerca de un leñador que se encuentra en pleno bosque tratando con mucho afán de derribar árboles con su hacha. Sin embargo, no le pasa por sus mientes que su hacha también requiere ser afilada cada cierto tiempo para que recupere su filo y pueda seguir brindando un buen servicio. Pues eso es precisamente lo que acontece con las personas cuando no son capaces de hacer un alto en el camino de su vida para recuperar nuevas energías con el descanso reparador, la lectura de estudio, la ayuda solidaria al prójimo o la meditación. Las personas requerimos renovación en todas y cada una las dimensiones de nuestra personalidad: física, mental, socio-emocional y espiritual. En cualquier caso, la falta de una apropiada renovación en estas dimensiones puede tener un elevado muy costo para las personas.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito de la mejora continua, son los siguientes:
Descanse plácidamente las horas que necesita para reponer sus energías físicas y mentales.
Lea, estudie y reflexione . . . todavía sigue siendo una de las maneras más inteligentes de informarse, educarse y cultivarse.
Mejore todo lo que realiza, siempre existirá la posibilidad de mejorar.
Aliméntese en forma nutritiva y sana para estar siempre en buena forma.
Desarrolle su carácter expresando en su conducta principios y valores positivos.
Ofrézcase a sí mismo la posibilidad de renovarse en todos las dimensiones de su personalidad.
Cultive una vocación de servicio sirviendo a los demás con amor.
ESTABLECER PRIMERO LO PRIMERO
Creo que este habito lo utilizo por ejemplo en mi carrera, establezco primero lo primero al tener objetivos a corto plazo y después metas a largo plazo, por ejemplo mi objetivo inmediato es pasar el segundo parcial, y después pasar el semestre, una meta a largo plazo es obtener mi titulo. Para después poder ejercer mi carrera y sostenerme de ella.
Pero creo que si no estableciera primero echarle ganas para ir pasando poco a poco los parciales pues nunca llegaría a mi meta a largo plazo.
O por ejemplo cuando tengo que estudiar muchísimo para un examen que esta muy difícil, pero por otra parte me invitan a una fiesta o a la disco, si yo fuera a la fiesta, seguramente reprobaría la materia y eso seguramente me causaría muchos conflictos, y además obstruirían de forma inmediata el desarrollo de mis metas; entonces seguramente tendría que aprender a decirles “no” a mis amigos de la fiesta, para de esta manera poder estudiar y poder pasar mi examen.
También llevo una organización por ejemplo con mi libreta de tareas, con la cual, voy viendo que es lo que tengo que hacer, y de esta manera me voy organizando en pequeñas tareas, y de esta manera se llega mas fácil al objetivo que si hiciera todo de un jalón, por ejemplo si un día antes del examen me pusiera a hacer mis trabajos y aparte a estudiar, seguramente no haría bien ninguna de las dos cosas.
En lo que se refiere a la delegación de trabajos, tal vez esta se da a veces cuando se trabaja en equipo, por ejemplo a veces para hacer la tarea mas fácil nos repartimos el trabajo, de esta manera, las personas del equipo nos trabajamos tanto, y el trabajo se hace de una manera equitativa, que a la mejor si nos reuniéramos en equipo para hacerlo conjuntamente, tal vez perderíamos tiempo y tardaríamos mas en realizarlo.
SINERGIA
Este habito lo ocupo por ejemplo en mi familia cuando se va a tomar una decisión o se va a realizar algo, es mejor si lo realizamos juntos que si cada quien lo realiza por su lado, ya que la suma de las fuerzas hace mas efectivo el trabajo.
Esto también llega a ocurrir por ejemplo dentro de la escuela, en algunas ocasiones los maestros tal vez por su forma de dar la clase, propician que todos participemos, y de esta manera se enriquece la clase, ya que es mas interesante muchas veces saber de las experiencias de nuestros compañeros que nos ayuden a entender el tema. Y por ejemplo los maestros que no propician esto, muchas veces sus clases se vuelven aburridas y tediosas ya que no existe sinergia dentro del grupo, y no se llega a un trabajo mas enriquecedor, por que el único que habla es el maestro.
Otro ejemplo puede ser el que daba anteriormente del trabajo en equipo, cuando existe verdadera colaboración entre los miembros del equipo se pueden llegar a hacer trabajos realmente interesantes, en contraste de cuando se trabaja individualmente; ya que por ejemplo las ideas que tiene uno, la otra persona las puede enriquecer.
Es importante reconocer que entre los miembros de un salón o equipo pueden llegar a haber diferencias, pero que estas si se aprovechan positivamente y se respetan es mas eficiente. Que utilizamos esas diferencias con el fin de discutir y échaselas en cara a la otra persona.
CONCLUSIONES
Como ya lo había mencionado al inicio del trabajó, leer este libro me pareció muy interesante, ya que son buenos hábitos, que al menos yo debería de tratar de fomentar mas en mi persona, ya que ayudan desde organizar tu tiempo, como llevar una mentalidad de hacer bien todo lo que haces y de concluir las cosas con éxito.
Además de que es un libro muy fácil de comprender y hábitos que son igualmente fácil de aplicarse desde la vida cotidiana, que creo que seria el mejor momento de aplicarlos, ya que las cosas pequeñas que vamos haciendo todos los dias son las que forman y moldean toda nuestra vida.
BIBLIOGRAFÍA
LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA”; Stephen R. Covey, edit Piados; México; 1ª edición

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