La vida es dura y
dificultosa. Ésta es una gran verdad, una de las más grandes.
Es una gran verdad porque una vez
que lacomprendemos realmente, la trascendemos. Cuando realmente nos damos
cuenta de que la vida esdificultosa -una vez que lo hemos comprendido y
aceptado verdaderamente así- la vida ya no resultadificultosa. Porque una
vez que se aceptó aquella verdad, el hecho de que la vida sea dificultosa yano
importa.La mayor parte de la gente no comprende cabalmente esta verdad de
que la vida sea difícil. Encambio, no deja de lamentarse ruidosa o
delicadamente de la enormidad de sus propios problemas,de la carga que ellos
representan y de todas sus dificultades como si la vida fuera en general
unaaventura fácil, como si la vida
debiera
ser fácil. Esas personas manifiestan su
creencia, de maneraruidosa o sutil, de que
sus dificultades representan una clase única de desgracia que no
deberíahaberles tocado en suerte, pero que de alguna manera cayó especialmente
sobre ellas o sobre sufamilia, su
tribu, su clase, su nación, su raza o hasta su especie... y no sobre otros.
Conozco bien esoslamentos porque yo mismo hube de lanzarlos alguna vez.La vida es una serie de problemas.
¿Hemos de lamentamos
de ellos o resolverlos? ¿Nodeseamos enseñar a nuestros
hijos a resolverlos?La disciplina es el instrumento básico que necesitamos para resolver los
problemas de la vida.Sin disciplina no podemos resolver nada. Con sólo un poco de disciplina podemos resolver únicamente algunos problemas. Con una disciplina
total podemos resolver todos los problemas.Lo que hace la vida
dificultosa es el hecho de que el proceso de afrontar y resolver problemases un
proceso penoso. Los problemas, según su naturaleza, suscitan en nosotros
frustración o dolor otristeza o
sensación de soledad o culpabilidad o arrepentimiento o cólera o miedo o
angustia oansiedad o desesperación. Éstas son sensaciones desagradables, a
menudo muy desagradables, aveces tan penosas como cualquier dolor
físico, y a veces igualan a los peores dolores físicos. Cierta-mente ,
a causa del dolor
que los acontecimientos o conflictos
provocan en nosotros, los llamamos problemas.
Y como la vida plantea una interminable serie de problemas, siempre es
dificultosa y estátan llena de dolores como de alegrías
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