los niños necesitan es aprender a frustrarse, a sentirse incómodos y a que su cerebro busque soluciones. Nadie se esfuerza y aprende a pensar de forma diferente y seguir luchando cuando no tiene la necesidad de hacerlo.
Educar a los pequeños a tolerar la frustración implica tener adultos que se sientan capaces, que gestionen mejor sus objetivos, que no abandonen y que, por tanto, sean más felices.
Aprendamos todos a tolerar la frustración con estos consejos
1.- Acepta que luchar por algo no tiene una relación directa con conseguirlo. A veces el premio no es llegar o ganar, sino lo que aprendes durante el camino.
2.- No sobrevalores lo que sientes cuando no consigues lo que deseas, es normal sentirte mal. Pasa de tu emoción; dite algo como “es normal sentirme así, y sé que es pasajero”.
3.- No te quedes en el mundo del victimismo. Deja de hablar de lo mal que te sientes, de lo injusto que es el mundo que no te premia después del esfuerzo.
Cambia tu discurso; es de débiles y te aporta poco.
4.-Busca soluciones. Haz preguntas como “¿por qué no lo logré?”, “¿qué puedo hacer de forma diferente?”.
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