Kristin Teff Como Aprender a Cuidar Muy bien de uno mismo y de los demás

Los efectos positivos de la autocompasión y de ser más amables con uno mismo

Ser amable con uno mismo.
¿Te tratas tan bien como tratás a tus amigos y a tu familia? Esta pregunta es el punto de partida para una nueva área de la psicología en franco crecimiento llamada autocompasión: qué tan amables somos con nosotros mismos. Los que fácilmente apoyan y entienden a los demás, en general sacan muy bajos resultados en los tests de autocompasión, regañándose por fallas como el sobrepeso o la falta de actividad física.

Sin embargo, las últimas investigaciones sugieren que aceptar nuestras imperfecciones puede ser el primer paso para lograr una mejor salud. Las personas que tienen altos valores en esta clase de tests sufren menos la depresión y la ansiedad, además de ser más felices y optimistas. La información preliminar sugiere que la autocompasión puede incluso influir en cuánto comemos y ayudarnos a bajar de peso.

Estas ideas parecen ser contrarias a los consejos de muchos médicos y libros de autoayuda que sostienen que la fuerza de voluntad y la disciplina son las claves para una mejor salud. Pero Kristin Neff, pionera en este campo, dice que la autocompasión no se debe confundir con la autoindulgencia o con tener estándares bajos.
“En mis investigaciones encontré que la razón principal por la cual las personas eran poco autocompasivas era el miedo de volverse indulgentes consigo mismas -explica Neff, profesora asociada de desarrollo humano en la Universidad de Texas-. Creen que la autocrítica es la que las mantiene en línea. Nuestra cultura dice que ser duros con nosotros mismos es lo correcto.”

Imagine su reacción frente a un niño con problemas en la escuela o que come demasiada comida chatarra. Muchos padres ofrecerían su apoyo, enseñándole o buscando comida más sana que él disfrute. Pero cuando los adultos se encuentran en una situación similar, trabajando demasiado o comiendo de más y ganando peso, muchos caen en un círculo de autocrítica y negatividad. Eso hace que se sientan incluso menos motivados a cambiar.

“La autocompasión realmente conduce a la motivación -dice Neff-. La razón por la cual no dejarías que tus hijos comieran cinco kilos de helado es porque los quieres. Con la autocompasión, si te quieres a ti mismo, tiendes a hacer lo que es saludable para ti más que lo que es dañino.”
Neff desarrolló una escala de autocompasión: son 26 frases para determinar cuán seguido la gente es amable consigo misma y si reconocen que los vaivenes son simplemente parte de la vida. Para quienes sacan bajo puntaje en la escala, Neff propone una serie de ejercicios: escribir una carta de apoyo a uno mismo, como para un amigo que preocupara; hacer una lista con los mejores y peores rasgos, pensando en cuáles podrían ser los pasos por seguir para ayudar a sentirse mejor acerca de uno mismo.

Con efectos positivos demostrados.
Puede que usted no lo crea, pero la ciencia respalda los beneficios de la autocompasión. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Wake Forest mostró que incluso mínimos cambios en la autocompasión pueden influir en los hábitos alimenticios. Como parte del estudio, a 84 estudiantes universitarias se les pidió que formaran parte de lo que ellas creían que iba a ser un experimento de degustación. Al comienzo, se les pidió que comieran rosquillas.

Un grupo recibía, además, una clase de autocompasión junto con la comida. “Espero que no sean demasiado duras consigo mismas -explicaba el instructor-. Todos las participantes comen esta comida; entonces, no existe ninguna razón por la que se tengan que sentir mal.”
Más adelante, se les pidió a las mujeres que comieran caramelos. Los investigadores encontraron que las que seguían dietas habitualmente o tenían sentimientos de culpa acerca de ciertas comidas comían menos después de escuchar la aseveración del instructor. Las que no escucharon ese mensaje comían más.

La hipótesis es que las mujeres que se sentían mal acerca de comer rosquillas terminaban comiendo de manera emocional. Las demás, que se daban el permiso para disfrutar de los dulces, no comían de más.

“La autocompasión es el ingrediente faltante en toda dieta y plan para bajar de peso -opina Jean Fain, psicoterapeuta y profesora asociada de la Escuela Médica de Harvard-. La mayoría de los planes están creados alrededor de la disciplina, la privación y el descuido.”
Kristin Neff explica que el campo todavía es muy nuevo y que recién están comenzando a realizar estudios controlados para determinar si el hecho de enseñar autocompasión lleva a bajar el estrés, la depresión y la ansiedad, y además trae más felicidad y satisfacción.
“El problema es que es muy difícil desaprender hábitos de toda una vida -dice-. Las personas tienen que desarrollar activa y conscientemente el hábito de la autocompasión.”

¿Como salir del Triangulo Dramático? La Victima El Verdugo y El Salvador

¿Como salir del Triangulo Dramático? La Victima

9 respuestas

La semana pasada escribí un articulo titulado “El Triangulo Dramático“, donde explicaba las tres figuras creadas por Stephen Karpmann, especialista del Análisis transaccional, Victima, Verdugo y Salvador.

Aunque explique brevemente cada una de ellas, no propuse, por falta de tiempo, ninguna solución para salir de tan peligroso y común juego.

Inmediatamente comencé a recibir mensajes, estilo “Super, me identifico con lo que explicas, pero como hago para salir de esto?

Hoy te daré algunas luces, que desde mi punto de vista, te ayudaran, en primer termino, a darte cuenta que entraste en el triangulo, y en segundo, algunas pistas para salir de el, como el tema es basto, las soluciones estarán dirigidas al  rol de victima y en escritos posteriores trataré al Verdugo y Salvador, respectivamente.

Ante todo, quiero advertirte, que la acción mas eficaz, en cuanto al triangulo dramático, es no entrar, nunca, porque se puede convertir rápidamente en una filosofía de vida, bastante difícil de desmontar.

ANTECEDENTES

LA VICTIMA Todos tenemos buenas razones para comportarnos como victimas, es un mecanismo que funciona casi siempre, de pequeños, cuando nuestra madre nos negaba algo, con quejarnos, llorar amargamente, poner una cara de pobrecito yo, generalmente, la hacíamos cambiar de opinión, es así, como la mayoría concluyo que convertirnos en victima del otro, nos permitía obtener, lo que no podíamos con una simple demanda… hicimos tanta veces la experiencia, que la anclamos en nuestras células, solo que a causa de nuestra inocencia, ignorancia, no vimos los aspectos morbosos de la historia. porque existen! como la manipulación, por ejemplo, en detrimento de mi persona, lo cual establecimos en algunos casos, como una ley de vida.

Esta falsa creencia ha creado verdaderos dramas en nuestra sociedad.

La victima también esta reforzada por las novelas, hasta en los cuentos infantiles, ¿no son la mayoría de las protagonistas “victimas”? es que Blanca Nieves, Cenicienta, La Bella Durmiente o María la del Barrio, eran mujeres empoderadas que alcanzaron sus metas con la ayuda de su poderío interno, no, no, no, fueron personas, las cuales, en primer termino, teníamos ganas de meternos en el cuento, para ayudar, y que finalmente lograban todo, dando lastima!!!!

El triangulo dramático, ha sido validado por las historias infantiles,  ejemplo,  Caperucita Roja, de un lado, están las victimas, Caperucita, la cual por niña, desvalida, no puede hacer gran cosa y la abuela, la cual podría ser el adulto responsable, pero esta atada, el lobo, el gran malvado, y el salvador, el leñador. Este esta lejos de ser un caso aparte, en  casi todos los cuentos, narraciones, telenovelas, este triangulo se repite.

Su problema oculto: La Victima no tiene confianza en si misma, tiene miedo de existir por ella misma, de afirmarse, de la carencia, de perder, de fracasar o de ser abandonada, lloros, incredulidad, rebelión, son sus modos de expresión. Le falta desarrollar confianza en ella misma a base de hacer lo adecuado.
Y aprender a cuidarse a si misma. Las personas tenemos que aprender a cuidarnos.

EL SALVADOR, Paralelamente, aprendimos que siendo buenos y complaciendo a los otros, sirviéndolos o sometiéndonos a su autoridad, podíamos atraer su reconocimiento, nos faltaron de chiquitos, palabras valorizantes, halagos justos, motivaciones sinceras, de partes de nuestros padres,  es así como se gesto el rol de Salvador, igualmente olvidamos los efectos secundarios, desastrosos, para nuestra persona y los otros.

Pusimos la autoridad, el respeto, nuestro poder interno, al exterior de nosotros mismos, nuestro valor depende de que los otros lo perciban o no, sin hablar de que para existir como Salvadores, necesitamos nada mas ni nada menos de una “Victima” a la cual poder salvar, y que inconscientemente, no estamos interesados en realmente ayudarla a salir de su drama, ya que esto supondría el final de nuestro rol.

Su problema oculto : Busca a todo precio el reconocimiento, porque le hace falta, tiene miedo de hacer daño estableciendo sus limites, no se respeta. Acumula rencor, culpabilidad, no sabe dar lo justo, generalmente da de más, se agota.

EL VERDUGO, Cuando, superados, irritados, cansados, desesperados, por las complicaciones emocionales y relacionales, que suponen los esquemas de victima-salvador, sofocando de injusticia, caemos en la amargura y el resentimiento, creamos al VERDUGO, es el lado oscuro de la fuerza, éste espera que proyectando contra otros su sufrimiento, lo sentirá menos, olvidando los efectos perversos de la operación.

Es decir, primero que todo, la mayoría de los verdugos están conscientes de una u otra manera de lo que hacen y aunque en la inconsciencia, tienen un imagen degradada de ellos mismos, esto sin hablar de la cantidad de emociones toxicas que se desprenden de tan polémico papelito, culpabilidad, dudas, ira, desesperanza…

Y de la cuota de sufrimiento, que generan estas conductas destructivas, en si mismo y en los demás.

Su problema oculto: El verdugo teme mostrar su vulnerabilidad, frustración, deseos, anhelos, hace todo para que las personas piensen que no tiene problemas, que es fuerte. Busca dominar, controlar, vive en el miedo secreto de ser desenmascarado. Se venga inconscientemente, de su dolor y de heridas sufridas en la infancia, es decir, de la victima que fue un dia…

Es importante saber, que una vez dentro del juego, en un momento dado, endosaremos los diferentes roles, ¿no es la victima su propio verdugo? ¿o el verdugo, victima de si mismo?

¿VICTIMA, VERDUGO O SALVADOR?

PARA SABERLO, responde con toda sinceridad este test, creado por Lilyane Clémente

Salvador 1. ¿Ayudas a personas que no te lo han pedido?

Si
No

2.¿Te sientes culpable, responsable, mal, cuando alguien de tu entorno tiene dificultades?

Si
No

3. ¿Te sientes molesto, porque estas convencido, de que alguien que conoces, iría mejor, si siguiera tus consejos?

Si
No

4. ¿Te sientes explotado y no considerado en tu trabajo, a pesar de todos tus esfuerzos de ayudar a los otros ?
Si
No

Victima: 5. ¿Acusas a los otros de ser la causa de tus problemas ?

Si
No

6. ¿Te denigras o disminuyes delante de los otros ?
Si
No

7. ¿Te quejas de tus dificultades, sin hacer nada?

Si
No

8. ¿En las dificultades, actúas de manera autónoma o esperas que los otros te salven?.
Si
No

9. ¿Das mas importancia a la manera que los otros te perciben que como te percibes tu mismo ?

Si
No

10. ¿Pides de una manera o de otra, atención por parte de los otros?

Si
No

11. ¿Criticas a los otros porque no hacen lo que tu esperabas hicieran ?

Si
No

12. ¿Te has puesto en peligro para atraer la atención de los otros ?

Si
No

13. ¿Cedes al chantaje afectivo ?
Si
No

Verdugo: 14. ¿Sientes la necesidad de agredir, humillar, maltratar, insultar, pegar, violar, irrespetar, disminuir, burlar, enganar alguna persona de tu entorno ?

Si
No

15. ¿Provocas de una manera negativa a tu pareja, amigos, colegas a fin de obtener lo que deseas ?

Si
No

16. ¿Eres iracundo, peleón, gritón, polémico, conflictivo?

Si
No

17.¿ Te han hecho el reproche de que eres severo, manipulador, dominante o de querer tener siempre la razón ?

Si
No

18. ¿Utilizas el chantaje afectivo, seduces a los otros para obtener lo que deseas?

Si
No

Si has respondido 2 Si,  a cualquiera de las categorías, Salvador, Victima o Verdugo, es probable que utilices las relaciones de fuerza como manera de relacionarte.

¿QUE PODEMOS HACER?

Con la ayuda del test estableciste en cual rol o roles te encuentras, ahora te haré una serie de preguntas y sugestiones para ayudarte a salir del triangulo infernal.

VICTIMA:

Una de las tomas de consciencia, que mi trabajo de Terapeuta me ha permitido, es constatar el gran sufrimiento, al cual son sometidos muchos niños y personas, a veces me parece, cuando oigo algunos de mis clientes, que la inconsciencia humana no tiene limites,  solo la espiritualidad me aporta respuestas, a lo que pareciera la escalada de la locura.

Muchas personas han vivido situaciones tales, sobre todo de niños, que  tomar responsabilidad, les es difícil. y cuando lo hacen, se preguntan ¿como pude crearme yo tales circunstancias?

Aunque yo estoy convencida, de que”SOMOS CREADORES DE TODO Y CUANTO NOS OCURRE EN LA VIDA” de que no existe, la mala suerte, la fatalidad, los accidentes, todo, SIN EXCEPCIÓN, HA SIDO CREADO O CO CREADO POR NOSOTROS.

Se, que en algunos casos, es amargo de aceptarlo, si hemos sufrido de abusos, maltrato, tortura, perdidas, yo lo se!

Desde mi punto de vista, hemos escogido, el planeta, el país, la familia, los padres, los hermanos, con los cuales deseamos encarnarnos, a fin de vivir, circunstancias aun oscuras en nosotros, concientizarlas y aprender de ellas, en este juego complejo que es la VIDA.

También atraemos por resonancia, los amigos, la pareja, los hijos, eventos, trabajos, enemigos, etc que necesitamos para nuestra evolución

Yo se que si has vivido una infancia dolorosa, o si estas en el sufrimiento, es muy difícil leer esto sin reaccionar, y créeme que te entiendo!

Comprende, que te has creado estas circunstancias, en parte, a causa de la creencia que existía antiguamente, de que necesitamos sufrir para evolucionar, lo cual es verdad pero hasta cierto punto.

Como creadores, también podemos cambiarlo, te hago una analogía, en los sistemas informáticos, solo el programador tiene acceso al programa y puede modificarlo, pues en nosotros, es igual, nos creamos todas estas circunstancias dolorosas, pero también podemos cambiarlas.

Yo he ayudado a personas que han sufrido dramas terribles, estas personas, se dijeron un dia, “ok, yo sufrí, yo sufro, pero no quiero más sufrimiento” todas buscaron una manera de salir del problema, movilizando para ellos recursos internos, a veces insospechados, que los ayudaron y llevaron hacia la vía de la liberación.

Buscar culpables, es inútil, tu tampoco lo eres! solo existen responsables.

Una vez que decidas pasar a la acción y encargarte de ti mismo, veras como el Universo conspira para ayudarte, pero antes, necesitas tomar responsabilidad y contactar la fuerza infinita, que siempre ha estado en ti.

Si te encuentras en una situación difícil y no quieres verte como victima, hazte las siguientes preguntas:

¿Que me muestra de mi esta situación?

Si alguien te hace daño: ¿Que parte de mi esta revelando esa persona? ya que actuamos como espejos y el otro es simplemente una parte de mi, que no deseo ver.

¿Que recursos necesito movilizar para salir de esta situación? que parte de mi SER, es decir, la parte de Dios en mi, la cual tiene todo y es ya todo ¿puedo afirmar para resolverla?

¿Que puedo hacer con este desafío, como puedo aprender de el, y aun mejor, que sentido puedo darle?

¿Le estoy dando mi poder a esta persona, que quiere ayudarme, en lugar de arreglármelas solo?

¿Que parte de mi identidad, necesito cambiar para resolver esta situación?

En el próximo articulo, daré soluciones para salir del rol de Verdugo.

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Ana Sandrea

Terapeuta y Coach Intuitiva