domingo, 24 de abril de 2016

Analizar el Aburrimiento

Cinco tipos de aburrimiento

Indiferente, de calibración, de búsqueda, reactivo y apático. Éstos son, según sus características, los cinco tipos de aburrimiento que algunos investigadores han establecido. Pero no todos están de acuerdo. El propio Danckert, por ejemplo. "Esta clasificación es polémica. Nosotros hemos usado en el pasado el término aburrimiento apático, pero ya no creo que sea un tipo de aburrimiento, sino que representa simplemente a la apatía y la anhedonia, una imposibilidad para experimentar placer".
Una diferencia con estas es la paradójica observación de que el aburrimiento parece ser un estado de agitación, una suerte de lucha interna durante la cual aumenta la frecuencia cardiaca y sube el cortisol, la más típica hormona del estrés.

Aumenta la creatividad (o no)

Algunos estudios apuntan a que, cuando estamos aburridos y cansados, tiende a aumentar la creatividad. Su razonamiento es este: cuando el cerebro está cansado, sigue el rastro de las distracciones que se ofrece y que cuando está concentrado descartaría. Este paseo cerebral permite poner juntas posibles soluciones que en principio se encuentran lejanas y apartadas entre sí.
"Hay muy poca evidencia de que el aburrimiento favorezca la creatividad, aunque lo estamos estudiando", comenta Danckert. De alguna forma lo que haría este, más que proponer soluciones, sería más bien actuar como un optimizador previo.
"Mi colega Andreas Elpidorou", añade Danckert, "sugiere que el lado positivo de un estado de aburrimiento es que opera como una señal que te avisa si te has desviado de tu tarea o de si ésta no es lo suficientemente estimulante, y a la vez te recuerda cuáles son las metas importantes. Ésta es la definición de aburrimiento que me gusta". Algo parecido a lo que decía el editor y presentador estadounidense Clifton Fadiman: "Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia".

El 'vagabundeo mental'

El 95% de los estadounidenses consultados en una encuesta reconoció había realizado el día anterior alguna actividad de ocio como ver la televisión o leer, pero hasta el 83% negaron haber pasado ni un minuto "relajándose o pensando".
En el año 2014, un estudio en la revista Science construyó una hipótesis a partir de esos datos, y los experimentos destaparon unas, cuando menos, intrigantes conclusiones. La pregunta que se hacían era: "¿Es que a la gente le molesta estar simplemente pensando, sin hacer nada más?". Entre otras cosas lo que vieron fue que, dejados a solas durante 15 minutos sin nada que hacer, la mayoría de los hombres y una de cada cuatro mujeres decidían recibir al menos una descarga eléctrica con tal de combatir la monotonía que da lugar al llamado vagabundeo mental. El estudio ha sido criticado y todavía se debate sobre ello, pero su frase final tiene la cadencia de un epitafio: "a la mente sin dirigir no le gusta quedarse a solas consigo misma".

Cómo mejorar la educación

Según comenta la psicóloga Jennifer Vogel-Walcuut en la revista Nature, el aburrimiento explica los éxitos de los estudiantes tanto como lo hace su inteligencia innata. Sin embargo, apenas si se ha estudiado cómo tiene lugar esta relación ni cómo resolverla.
Una teoría bastante asentada sostiene que son los alumnos más inteligentes, al estar menos estimulados, los que tienden a aburrirse más en las clases. Aunque esto tiende a darse, algunos estudios han desmontado bastante parte del mito: en realidad es más frecuente que sean los menos dotados quienes caigan en el aburrimiento.
Otros estudios muestran que en el fondo parece darse una correlación donde no se sabe si va antes el huevo o la gallina o ambos a la vez: el aburrimiento disminuye el rendimiento, pero a su vez el bajo rendimiento conduce al aburrimiento.
¿Cómo mejorar este círculo vicioso? Todavía no se sabe con precisión, en parte porque la ciencia del aburrimiento está todavía construyéndose.
Uno de los problemas es que las escalas clásicas que lo evalúan se dirigen más a medir la tendencia a sufrirlo que al que se experimenta en un momento dado (lo que sería más representativo para estudiarlo en la educación).
Ni siquiera hay una herramienta definitiva que permita inducir el aburrimiento y analizarlo de igual manera en diferentes laboratorios (y entre medias cada cual prueba a provocarlo con tareas o vídeos diferentes). Quizás por eso lo que reconoce Danckert: "Creo que sobre esto todavía estamos muy lejos de poder aplicar estrategias válidas en el ámbito de la educación: primero debemos averiguar qué es lo que funciona y qué es lo que no".
Ante tantas incógnitas por resolver y tantos huecos de información por rellenar, una mente conspiranoica resolvería que, para mantener nuestra atención, los científicos (y tambien este artículo) han seguido al pie de la letra aquello que decía Voltaire: "El secreto para aburrir a la gente consiste en decirlo todo".

sábado, 23 de abril de 2016

Hoy es el día mas importante de nuestras vidas

"Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes del camino, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo a los poderosos y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos una y mil veces; las más destructivas, el egoísmo, la mentira, los sentimientos de posesión y nuestro individualismo; nuestras peores derrotas, el desaliento, el temor a no tener el valor de atrevernos y la ausencia de un compromiso verdadero con las angustias y los anhelos de nuestros semejantes, sobre todo con los más desamparados; nuestros defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; nuestras sensaciones más gratas, la buena conciencia, los esfuerzos por ser mejores, aunque sin querer ser perfectos; y sobre todo, nuestra disposición para hacer el bien, tal cual, combatiendo sin desmayo cada una de las injusticias de toda jornada, donde quiera que estén".

lunes, 11 de abril de 2016

Lenguaje que genera Emociones positivas.

Usar un tipo de lenguaje positivo, que transmita a nuestros receptores siempre buenas sensaciones y buenos mensajes. Recuerda que tan importante es el contenido de lo que decimos, como la forma que nosotros le damos al decirlo. Somos alfareros con un poco de barro en nuestras manos. De nosotros depende qué hacer. 

Las personas que tienen un lenguaje en el que utilizan palabras agradables, que dejan atrás las palabras malsonantes, que hablan con un cierto tono relajado y que expresan felicidad, son las personas más queridas y más deseadas de escuchar. 

¿Nunca te has cruzado con una persona que utiliza siempre malas palabras o insultos incluso cuando quiere expresar alegría? Esas personas normalmente generan más rechazo que todas aquellas que no lo hacen. 

En la antigua Persia, podíamos encontrar la figura del mensajero.Pues bien, a todos aquellos que traían malas noticias se lessacrificaba. Sin embargo a los que llegaban con buenas noticiasse les daba la mejor comida, bebida y mujeres. Obviamente es una metáfora de cómo las personas asociamos al transmisor la calidad del mensaje que transmite. 

Aprender a Gestionar la Fustración

los niños necesitan es aprender a frustrarse, a sentirse incómodos y a que su cerebro busque soluciones. Nadie se esfuerza y aprende a pensar de forma diferente y seguir luchando cuando no tiene la necesidad de hacerlo.
Educar a los pequeños a tolerar la frustración implica tener adultos que se sientan capaces, que gestionen mejor sus objetivos, que no abandonen y que, por tanto, sean más felices.

Aprendamos todos a tolerar la frustración con estos consejos

1.- Acepta que luchar por algo no tiene una relación directa con conseguirlo. A veces el premio no es llegar o ganar, sino lo que aprendes durante el camino.
2.- No sobrevalores lo que sientes cuando no consigues lo que deseas, es normal sentirte mal. Pasa de tu emoción; dite algo como “es normal sentirme así, y sé que es pasajero”.
3.- No te quedes en el mundo del victimismo. Deja de hablar de lo mal que te sientes, de lo injusto que es el mundo que no te premia después del esfuerzo.
Cambia tu discurso; es de débiles y te aporta poco.
4.-Busca soluciones. Haz preguntas como “¿por qué no lo logré?”, “¿qué puedo hacer de forma diferente?”. 

lunes, 4 de abril de 2016

La Humildad Valor Esencial

Inicio / General / La humildad, la virtud olvidada. La opinión de Tiago Leivas
La humildad, la virtud olvidada. La opinión de Tiago Leivas

La humildad, la virtud olvidada. La opinión de Tiago Leivas

Tiago Leivas debuta como columnista de industriadeltenis.com con un artículo de opinión en el que reflexiona sobre una actitud que, en su opinión se está olvidando en el tenis: la humildad. Leivas dibuja un jugador ideal, imaginario y soñado y se pregunta ¿es posible que exista ese tipo de jugador?


Como Coach de tenis, creo que la humildad es una de las mayores virtudes que un tenista necesita tener para tener éxito. La humildad se aprende de pequeño y creo que debe ser aprendida desde casa, pero nosotros, los que trabajamos con deportistas, necesitamos ayudarles a inculcar y utilizar esta virtud en cada aspecto de sus vidas. Como significado de la palabra humildad, aporto uno que ha encontrado en Wikipedia uno de los tenistas que yo entreno.
Humildad: consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades (…)  (…) se aplica a la persona que tiene la capacidad de restar importancia a los propios logros y virtudes y de reconocer sus defectos y errores (…)¨
Hoy en día, lo que me sorprende mucho en los jóvenes es su falta de humildad. No aceptan fallos, no aceptan que no sepan todo, no aceptan que les digan nada. Es decir, no aceptan aprender. Parece ser que  llevan dentro una soberbia que realmente no se de dónde la sacan o aprenden. Sin duda, desde mi punto de vista, esta incapacidad de aceptar que NO LO SABEN TODO hace que el trabajo del coach sea muy complicado y difícil de realizar. No sirve de nada saber más o menos de tenis, haber jugado mejor o peor a tenis, haber ganado o no los torneos más importantes del mundo, porque con la falta de humildad de los niños de hoy cuesta enseñarles. Enseñar técnicas, jugadas, rituales o lo que sea puede ser extremadamente fácil, si el jugador se muestra abierto a aprender y fallar, a aprender y practicar de nuevo, a entrenar y volver a fallar …
Muchas veces en los partidos y en los entrenamientos las cosas no salen como uno quiere. La mentalidad de reconocer los errores, siempre buscando soluciones y seguir intentándolo, es la clave para que uno pueda mejorar y superarse. Para mí,  un gran ejemplo de esa capacidad de superación es Rafa Nadal, porque sabe salir de situaciones muy complicadas en diversos partidos.
Para mí, la mejor manera de enseñar humildad a los jugadores es demostrarles que ser humilde no está reñido con tener ambición y ganas de hacerlo lo mejor que puedes. La diferencia está en tener la cabeza en la tierra, sabiendo que el esfuerzo vale más que todo. Os dejo unas frases que creo que son ejemplos de humildad.
El jugador de los sueños de cualquier entrenador
  • Imaginen un jugador/a que la primera vez que el entrenador le dice algo inmediatamente lo escucha y lo hace.
  • Imaginen aquél jugador/a que entrena por placer.
  • Imaginen también un jugador/a que le guste trabajar duro.
  • Imaginen un jugador/a con actitud profesional.
  • Imaginen — y nunca dejen de imaginar–, un jugador/a que respete a su entrenador.
  • Imaginen aquél/a jugador/a que está siempre disponible a ayudar
  • Bueno, ahora imaginénse un jugador/a con todos estos requisitos!
  • Imaginen un jugador/a que ama el tenis.
  • Imaginen un jugador/a que habla bien de su entrenador a la gente.
  • Imaginen un jugador/a que compite como un vencedor.
  • Imaginen un jugador/a al que le guste entrenar.
¿Y si él/ella tuviesen todos estos requisitos reunidos?
  • Imaginen aquél jugador/a que tenga coraje para vencer.
  • Imaginen otro que incluso perdiendo 6/0 5/0 sigue luchando hasta el final.
  • Imaginen un jugador/a que, incluso jugando muy mal, sigue esforzándose e intentando jugar, además de buscar soluciones.
  • Imaginen un jugador/a que después del entrenamiento te diga: muchas gracias.
  • Imaginen un jugador/a que valore el esfuerzo y el valor del entrenador.
Tal vez, todo eso a la vez es un imposible.
Imaginen un jugador/a que, cuando las cosas no van bien, está contigo pase lo que pase.
Imaginen e imaginen.
¿Difícil de encontrar?
  • Imaginen un jugador/a educado.
  • Imaginen un jugador/a perseverante, positivo y luchador.
  • Imaginen un jugador/a que se preocupe por su salud.
  • Imaginen un jugador/a al que le guste entrenar en el frontón
  • Imaginen un jugador/a que no se queja por entrenar con jugadores peores que él/ella.
  • Imaginen aquél jugador/a que no es perezoso.
  • Imaginen un jugador/a que no está todo el día con el móvil.
Imaginen e imaginen
  • Imaginen un jugador/a que siempre junta y recoge las bolas sin tener que pedírselo.
  • Imaginen un jugador/a que, incluso perdiendo el partido, viene hablar con el entrenador.
  • Imaginen un jugador/a que ayuda a sus compañeros
¿Es posible imaginarse un jugador así?
Para mí, todos esos pequeños detalles son y demuestran la humildad.

viernes, 1 de abril de 2016

Enseñar a Gestionar la Frustración

Si queremos que nuestro hijo madure y llegue a convertirse en un adulto feliz es necesario que a lo largo de la vida aprenda a tolerar y superar la frustración. Debemos entender la vida como un largo camino en el que nos encontraremos con muchas alegrías y satisfacciones pero al mismo tiempo aparecerán obstáculos que nos producirán pequeñas (o no tan pequeñas) frustraciones que tenemos que afrontar y superar. La vida nos va enseñando que debemos aprender a gestionar tanto lo bueno como lo malo. Todo es un aprendizaje…

Los padres no podemos ni debemos llevar a cabo ningún tipo de acción encaminada a “librar” a nuestros hijos del sufrimiento o insatisfacción que todo esto le va a producir. Debemos enseñarles cómo se aceptan las frustraciones (no todo lo que uno hace sale bien) y cómo se resuelven.
El niño necesita de nuestra protección pero no de nuestra sobreprotección ya que de esta manera lo único que conseguimos es “desprotegerlo”. Como muy bien destaca Monste Domènech: cuantas más veces les saquemos las castañas del fuego, cuanto más le preservemos de cualquier inconveniente, menos preparado para enfrentarse a los problemas crecerá“. Por eso, nuestra función como padres es la de ayudarlos a que desde que son bien pequeños aprendan a dominar la frustración. 
¿Cómo podemos conseguir enseñar esto a nuestros hijos? Como destaca Javier Urra“es tarea de los padres enseñarles a controlar y reconducir su sentimientos de frustración. Para ello es fundamental, en primer lugar, el ejemplo diario, y en segundo, debemos mostrarles las vías alternativas que hay para la resolución de un conflicto concreto“. Los padres tenemos que estar ahí para ayudarles a buscar soluciones conjuntamente y valorar las que son factibles y las que no.
El neuropsicólogo Álvaro Bilbao apunta en la misma dirección: dile con tranquilidad o confianza que ya va a llegar lo que espera, ayúdalo a concentrarse en otra cosa que desvíe la atención de la incomodidad” y añade “a medida que crece, asegúrate de fijar límites que el niño tenga que respetar“. Por este motivo es importante que eduquemos con cariño pero al mismo tiempo con firmeza (con autoridad pero sin autoritarismo).
9 claves para que nuestro hijo aprenda a tolerar la frustración
 
1. El niño debe aprender que “NO” es una palabra más y que la va a escuchar muchas veces en su vida (por parte de muchas personas).
2. Debemos hacerle ver que todo es pasajero y que hay que tener paciencia poniendo el foco en el esfuerzo para superar cualquier obstáculo. Debemos enseñarle a aceptar los problemas como retos.
3. El niño debe aprender que no siempre se gana, no siempre puede ser el primero. Reforcemos su autoestima (ha de ser equilibrada).
4. Han de aprender que deben alejarse del victimismo y no recrearse en los problemas.
5. El niño debe aprender que a pesar de no ganar y no ser el primero su esfuerzo le ayudará a crecer y mejorar. Ha de aprender a convivir con algunos fracasos ya que esto les permitirá aprender de la experiencia.
6. Debemos fomentar el sentido del humor y optimismo (como medio para relativizar los problemas). Eduquemos con nuestro ejemplo.
7. Es muy importante que aprenda a expresar sus emociones (todas son importantes).
8. Debe aprender que los demás no estamos ahí para “resolverle los problemas” que le presenta la vida pero es importante que aprenda a saber pedir ayuda cuando lo necesite.
9. Es importante que aprenda a “aplazar la recompensa”. No puede obtener siempre una gratificación inmediata. Puedes leer un artículo sobre esto aquí