sábado, 30 de enero de 2016

Ser Feliz a pesar de Todo

Cómo ser feliz (a pesar de todo)


¿Es posible ser feliz? ¿A pesar de la crisis económica? ¿A pesar de todos los disparates políticos, sociales y mediáticos que nos rodean? ¿A pesar incluso de la música que te pone el vecino, las manías de tu pareja, el tráfico matutino y los virus informáticos?
Sigmund Freud, el fundador de la psicología, no fue muy optimista al respecto. Según él, el objetivo de la psicoterapia era "la transformación de la desdicha histérica en la infelicidad común".
Sin embargo, el nuevo campo de la psicología positiva, centrada en el estudio científico de todo aquello que hace que la vida merezca la pena, tiene ahora suficientes datos como para contradecir a Freud.
Hagamos una prueba. Imagina que tuvieras que puntuar tu nivel de felicidad, tu satisfacción con la vida en general, del 1 al 10. ¿Tienes ya el número?
Bien, pues ahora trata de adivinar cual es el nivel medio de felicidad en todo el mundo, o sea, juntando las respuestas de distintas edades, nacionalidades, niveles socioeconómicos, etc... No sigas leyendo hasta que hayas pensado en un número del 1 al 10.
Lo más probable es que tu primera respuesta haya sido entre 6 y 8,ya que la media mundial está en torno al 7. Y también es probable que hayas estimado un número más bajo para la población mundial. O sea, tendemos a creer que la gente en general es menos feliz que nosotros. Y en general, nos equivocamos.
Claro que lo que realmente te interesa saber es si es posible ser más feliz de lo que ya eres. Y de nuevo, la respuesta es que sí. Aunque hay una parte de tu felicidad que depende de tus genes (aproximadamente el 50%), el resto depende de factores externos (como la música que mete tu vecino a todo volumen) y de factores internos (como tu paciencia ante esos ruidos).
Uno de los hechos más sorprendentes que arrojan los estudios es que los factores externos --como el dinero, el clima, la edad o la belleza física-- tienen muy poco impacto en la felicidad, representando solo un 10% de la variabilidad aproximadamente. Concretamente, se ha podido comprobar científicamente eso de que "el dinero no da la felicidad", al menos si tienes cubiertas las necesidades básicas como el alimento y un techo para resguardarse de la intemperie.
Ahora lo más interesante de todo. ¿Cómo puedes ser más feliz? Desde luego, no basta con leer un artículo como este, ni un libro de psicología positiva, ni toda una biblioteca de autoayuda. Hay que actuar. Aquí tienes algunas recomendaciones, basadas en estudios científicamente validados:

Optimismo

El optimismo es un estilo de interpretar lo que nos sucede de forma positiva. No se trata de negar la realidad cuando las cosas se ponen feas. Tampoco es una cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío --¡a lo mejor es que está vacío del todo! Más bien tiene que ver con la confianza de que seremos capaces de rellenar el vaso, o al menos que aguantaremos la sed mientras haya que esperar.
Las personas optimistas, según diversos estudios, tienen mejor salud y más éxito en distintos ámbitos como el trabajo o las relaciones, probablemente porque no se desaniman con el primer fracaso, ni con el segundo. Y son más felices.
¿El optimismo puede aprenderse? Parece que sí. Martin Seligman ha desarrollado un sistema para combatir los pensamientos negativos cuya eficacia ha sido demostrada experimentalmente.
Para más información: Martin Seligman, 'Aprenda Optimismo'

Gratitud

Otra clave de la felicidad es apreciar y reconocer las cosas buenas que ya tenemos, la gratitud. En un estudio experimental diseñado para testar la eficacia de varios ejercicios para "aumentar la felicidad", dos de los más eficaces tenían que ver con esta actitud.
Uno consistía en escribir una carta a alguna persona a la que te sientes agradecido, y luego leérsela en voz alta. Este ejercicio produjo el mayor efecto de cualquiera de las intervenciones, aunque el efecto tuvo una duración limitada a un mes aproximadamente.
El otro ejercicio consistía en escribir cada noche, antes de acostarse, tres cosas positivas que han sucedido durante el día, y por qué. Este ejercicio aumentó la felicidad de los participantes al menos durante los 6 meses que duró el experimento.
Para más información: Robert Emmons, '¡Gracias!'

Desarrollar las fortalezas

Los filósofos de la antigüedad sostenían que la auténtica felicidad tiene que ver con cultivar las virtudes, y hoy en día, la psicología positiva les está dando la razón. Otra intervención positiva que aumenta la felicidad de forma duradera es identificar las propias fortalezas y aplicarlas de forma creativa cada semana.
Para identificar tus fortalezas, basta visitar la página de Martin Seligman (hay que seleccionar "Español" como idioma): http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx

Flow

Mihaly Czikszentmihalyi es un psicólogo de origen húngaro queidentificó un estado de conciencia que la mayoría de las personas dicen experimentar a menudo: un estado de tal concentración en la actividad que te ocupa que te olvidas de ti mismo y de todas tus preocupaciones, haciendo que el tiempo parezca volar.
Algunas personas experimentan 'flow' pintando, otras bailando o jugando al ajedrez --se trata de actividades que requieren un cierto esfuerzo, y hay que realizarlas al nivel de dificultad adecuado para que no resulten ni aburridas ni estresantes.
Según los estudios, las personas que "fluyen" más a menudo en su vida cotidiana, son más felices, y además suelen tener mejores relaciones y más éxito profesional. Por lo tanto, si quieres ser más feliz, identifica aquellas actividades que te permiten entrar en el estado de flow, y dales más espacio en tu agenda.
Para más información: Mihaly Czikszentmihalyi, 'Fluir'.

Las relaciones sociales

El único factor externo fuertemente vinculado a la felicidad es éste. Variables como la extroversión, el número de amigos, la frecuencia de las relaciones sexuales o el hecho de estar casado están correlacionados con la felicidad, como lo están otros factores con un importante elemento social, como son el empleo y la religiosidad. Por lo tanto es importante cuidar este aspecto de la vida, que requiere tiempo, dedicación y generosidad.
Una de las intervenciones positivas más eficaces a la hora de elevar el bienestar subjetivo consiste en hacer cinco "buenas acciones" en un mismo día -o sea, ayudar o apoyar a los demás de forma altruista-. Ya lo decían los Beatles: 'All you need is love'.

Ejercicio físico en naturaleza

Hacer ejercicio eleva el estado anímico, y es una de las primeras recomendaciones que se hace a las personas con depresión. Los estudios de Jules Pretty han encontrado que el efecto aumenta si el ejercicio se realiza en un entorno natural. Curiosamente, es aun mayor si se trata de un entorno natural con la presencia de agua: el mar, un río, un lago...

El sentido del humor

Decía Chaplin que "la vida es una tragedia en el primer plano, pero una comedia en el plano general". Su célebre vagabundo, una víctima de la crisis de los años 30, se convirtió en el icono de la comedia del siglo XX, y en esta nueva crisis seguimos empleando el humor para sobrellevar sus consecuencias.
Una muestra de ello son los carteles que se han podido ver en los escaparates de algunas tiendas y bares: "Se necesitan clientes: con o sin experiencia". Otra es que, a pesar de la crisis, son cada vez más las empresas que se apuntan a celebrar el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo, que caerá el próximo 1 de abril (http://www.humorpositivo.com/1abril.htm).
Está más que comprobado que la risa combate el estrés y las emociones negativas, y eleva el estado de ánimo. Las personas con estilos humorísticos positivos (no agresivos o crueles) tienden a ser más resistentes a la depresión, tienen mayor autoestima y son más felices. No es necesaria la "risoterapia". Basta salir a echarse unas risas con los amigos, o acudir a algún espectáculo cómico, o al propio Chaplin.
Para fortalecer el sentido del humor, es recomendable jugar mucho(en el mundo adulto, lo más parecido al juego de fantasía de los niños, fuera de la cama, son los juegos teatrales, conocidos también como la "improvisación teatral"). También conviene seguir un "diario humorístico" en el que vas apuntando lo que más gracia te haga. Ah, y no te olvides de llevar siempre una nariz de payaso en la guantera del coche, para los atascos.
Para más información: Eduardo Jáuregui, 'El sentido del humor: manual de instrucciones'.

El mindfulness

El 'mindfulness' o "atención plena" es un estado mental que se cultiva mediante prácticas como la meditación. Richard Davidson, un neuropsicólogo de la Universidad de Madison, encontró mediante escáneres cerebrales que el monje budista tibetano Matthieu Ricard presentaba un nivel de activación en el lóbulo prefrontal izquierdo (asociado a las emociones positivas) mucho más alto que el de cualquier otra persona jamás testada en ningún laboratorio.
Por ello se le presentó en Time Magazine y otros medios como el "hombre más feliz del mundo". Davidson también ha demostrado que un curso de 8 semanas de meditación es suficiente para provocar cambios significativos en la activación de esta zona del cerebro, en sujetos normales.
La práctica de la meditación es sencilla, pero requiere disciplina: hay que realizarla diariamente. Nadie dijo que conquistar la felicidad fuera fácil.
Para más información: John Kabat Zinn, 'La práctica de la atención plena'.

sábado, 16 de enero de 2016

Humildad Agradecimiento y Aceptación

“Tú estás lleno de misericordia con el que te invoca”, así inicia la antífona de la entrada, y vemos cómo las lecturas de hoy son una clara enseñanza de la humildad, virtud que no recibe ninguna propaganda en la actualidad y que es menospreciada por equiparla a tontería, incompetencia, timidez, actitudes todas ellas despreciadas por el mundo contemporáneo.
Es muy interesante pensar que la humildad en la lengua hebrea tiene un sentido de respuesta, y que por lo tanto nos hace comprender que es nuestra respuesta, al primer paso que siempre corresponde a Dios, en cuanto que cada uno de nosotros somos objeto de su misericordia.
La humildad es así revelación de aquello que tenemos en nuestro corazón. Humilde será aquel que, despreciando los honores del mundo, se deja conquistar por el gran amor de Dios que se manifiesta en Cristo, que de rico se hizo pobre y siervo, humillándose hasta morir por la salvación de todos nosotros los pecadores.
La humildad es pues una actitud profunda de aceptación, reconocimiento y gratitud en relación con Dios Padre de misericordia.

I.- El humilde, en todo agradece y glorifica a Dios

La primera lectura nos refleja la sabiduría judía, que se manifiesta sobretodo en el exilio cuando ella tiene que confrontarse con las grandes culturas paganas.
La especificidad judía ya la encontramos en el modo del trato, ya que Dios lo denomina como “hijo”, para mostrarnos esa relación paterna, en la que Dios siempre es primero, tiene la iniciativa y llama al escritor sagrado.
El humilde según los exegetas, es aquel que se inclina ante la Ley, que está atento a la escucha del Señor, y que responde, por medio de la obediencia, a las indicaciones de la voluntad de Dios.
El humilde vive de la Palabra de Dios y corresponde en todo a su voluntad y designios. El humilde vive por tanto de la fe (Rm 1.3), pues no se trata de buscar la humildad por sí misma, sino de que se manifieste y revele el poder y la grandeza de Dios.
Del humilde brotan el amor, la gracia y la gloria de Dios, porque deja transparentar la acción de Dios en su corazón.
Por ello el humilde puede ser a veces exigente, porque lo es para consigo mismo, lo es contra el corazón obstinado y contra todo aquello que pretende sustituir a Dios en el corazón de la persona, que creada a “Su imagen y semejanza”, quiere tratarla siempre como a un hijo.

II.- El encuentro con Cristo transforma

La Epístola nos presenta a Aquel al que pertenecemos mediante el Bautismo, Jesús Hijo de Dios, mediador de la Nueva Alianza.
Esta segunda lectura hace que el banquete del que nos habla el Evangelio, no sea tan sólo lugar de un agradable encuentro, sino confrontación del ser humano con su Dios.
Es un banquete (Lc 14.1) que por medio del memorial Eucarístico nos refiere al banquete de bodas, al cual el Cordero de Dios, por medio de su Encarnación, ha venido a invitarnos a todos.
De hecho desde el capítulo 12 Jesús habla de un juicio en el que se juegan la vida y la muerte de todos los seres humanos, con alusión a la vida y la muerte de todos los seres humanos, con alusión a la ghena (Lc 12.5); venida del Hijo del hombre (Lc 12,40); a la muerte eterna del que no se convierte (Lc 13,5); al que no produce fruto y está bajo amenaza de acabar con él, como el caso de la higuera estéril (Lc 13,6); a la puerta cerrada (Lc 13, 25); etc.
El juicio venidero es una invitación a la conversión: Al temor de Dios (Lc 12,5) a permanecer alejados de la concupiscencia (Lc 12, 15; a buscar el Reino (Lc 12.3); a estar preparados (Lc 12,37); a buscar de entrar por la puerta estrecha. (Lc 13,24)
La parábola de la higuera deja aún la esperanza de “un año” que es un tiempo relativamente “breve”; por lo mismo la invitación de Jesucristo se debe considerar como urgente.

III.- El humilde, vive en la fe, de la fe y desde la fe

Comprendemos que Cristo nos quiere dar en estas observaciones una lección de urbanidad y buena educación.
En el evangelio, cuando habla de la selección de los primeros lugares, se refiere a que las personas se miden los unos con los otros, “yo soy más importante que aquel...”; cuando nuestra verdadera medida debiera de ser Cristo; ¿cómo estoy yo delante de Cristo a quien nada puedo ocultar? ¿Cómo están mi vida y actuaciones ante Él?
La conclusión de la parábola dice: “El que se engrandece a sí mismo será humillado, y el que se humilla, será engrandecido”; se encuentra también en la conclusión de la parábola del fariseo que se mide con los demás y el publicano en cambio se pone delante de Dios con toda su miseria.
Delante de Dios cada uno debemos sentirnos como el publicano “el último”.
Para ello se nos da el tiempo presente, para que purificando nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes, veamos que el publicano es el modelo al que debemos conformarnos.
La segunda parábola más que ser un criterio acerca de los que debemos de invitar, es una revelación sobre Dios que invita, ya que siendo todos nosotros pecadores, somos reconciliados con Cristo, de manera que somos pobres, lisiados, cojos y ciegos, incompetentes para servir al Señor que hemos sido rescatados y por lo mismo “invitados”.
El que invita no espera nada de nosotros, sino que sepamos agradecer, sin mérito alguno de nuestra parte, nuestra condición gratuita de “invitados” y  salvados por la reconciliación en Cristo.
Si el Señor nos invita a la mesa, gratuitamente, también así nosotros debemos aprender a dar generosa y gratuitamente, porque es siempre cierto que de la gratitud debemos pasar constantemente a la gratuidad dar y darse gratuitamente de lo que soy, en el servicio a los demás.
La fe no son tan sólo palabras, sino actitudes, no sólo confesión de los pecados y que Él nos ha perdonado, sino que lo debemos hacer aflorar en nuestra actitud de humildad: reconocer nuestros pecados, pedir perdón por ellos, vivir con humildad porque en su sangre hemos sido reconciliados.
A su vez deberemos invitar a “nuestra casa” a pobres, lisiados, cojos y ciegos, no tan sólo para agradecer y recambiar, sino para descubrir en ellos al Señor mismo que en ellos viene a nuestra mesa, pues Él ha querido identificarse con ellos. (Mt 25.31)
Esta es la anticipación del banquete mesiánico, en el que en cada uno de los invitados se manifiesta la misericordia y la gloria de Dios.

IV.- Conclusiones

El Señor nos invita a la humildad para que sepamos dar generosa y gratuitamente, como signo de nuestra gratitud a Dios.
La carta a los Hebreos nos anima a perseverar en el camino y vocación elegidos en el seguimiento de Cristo, el Señor.
Valdrá la pena revisar todos: como comunicamos la fe, como animamos a nuestras comunidades, como motivamos a nuestros grupos, como preparamos y hacemos nuestras catequesis y homilías, como asumimos nuestro Plan de Pastoral.
Como bien dice San Francisco de Sales: “La verdadera humildad procura no dar aparentes muestras de serlo, ni gasta muchas palabras en proclamarlo”
Hemos de pedirle al Espíritu que seamos: humildes, agradecidos y generosos, siguiendo siempre la actitud de María en el Magnificat y de servicio en la visitación.
Atentos a la súplica que dirigiremos al Padre en la oración después de la comunión, vivamos la celebración eucarística de tal modo que “nos haga crecer en su amor, y nos impulse a servirle en nuestros prójimos”.

viernes, 15 de enero de 2016

La Motivación que te Mueve a los Objetivos

La queremos siempre a nuestro lado y a veces no sabemos cómo conseguirla. La motivación es la fuerza interior que predispone y arrastra hacia un objetivo. Es ese estado interno que te activa, guía y mantiene para que llegues a tus metas. Hace que persistas en ciertas acciones, es tu combustible, tu muelle cada mañana, lo que te da energías y fuerzas para mantenerte en tu propósito. Nos da igual de donde venga pero la queremos y la necesitamos para conseguir lo que nos proponemos.
"Tanto si crees que puedes como si crees que no, tienes razón", ya apuntó Henry Ford.
Las expectativas condicionan la forma de comportarse y esto es extrapolable a cualquier faceta de la vida diaria. Y aquellos que piensan que es posible conseguir un objetivo, invierten más esfuerzo en lograrlo.
Necesitas motivación cuando te enfrentas a cualquier desafío en tu vida diaria -como dejar de fumar, adelgazar, leer, salir más, buscar pareja-, laboral o deportiva como puede ser apuntarte a un gimnasio, correr más, aumentar el número de series de un ejercicio, entrenar más y mejor, no faltar a los entrenamientos. La clave es que la emoción que sientas por desarrollarlo sea mayor que el esfuerzo que requiere. La necesitamos antes y durante. Al final solo estarás tú y tus circunstancias, así que más vale que vayas preparado con tu kit de supervivencia motivacional.
La motivación pasa por diferentes fases. Al principio se fantasea con la idea de conseguir esa meta, analizar los beneficios, los logros que implicará. Para después pasar a la acción y día a día trabajar para conseguir ese reto. Ante un mismo reto las motivaciones no son iguales para todos, lo que motiva a unos no motiva a otros. Lo mismo ocurre con la persistencia, que no todos la desarrollan igual. La motivación es algo tan dinámico, que tienes que aprender a relacionarte con ella, aquí está la clave. No esperes un nivel estable, porque la motivación no juega con esa regla.
A continuación te presentamos unos puntos de los que se alimenta la motivación, así que a por ellos. Podrás aumentar tu motivación, y lo más importante, disfrutar del camino que recorres hasta que llegas a conseguir lo que te propones. Piensa que la motivación hay que trabajarla, así que de ti depende que te acompañe en tus desafíos:
Date tiempo para elegir tu objetivo: Las prisas no son buenas consejeras, sin prisa pero sin pausa. Anota aquellos objetivos que sean específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo. Trabajar en un objetivo con estas características te dará mayor seguridad para poder empezar.
Conócete a ti mismo: Analiza tus puntos fuertes y tus debilidades para trabajar y poner soluciones. Se trata de adelantarte a ciertas situaciones y escribir la historia a tu manera. Te dará sensación de control, tú eres el que diriges. ¿Qué quieres que ocurra, cómo quieres comportarte, pensar y sentir? Si tu cerebro se prepara para ello de forma exitosa, aumentas la probabilidad de conseguirlo.
Decide un plan de acción: Centrándote en pequeños logros que debes celebrar. Deben estar por escrito, es la mejor manera de que el cerebro se comprometa aún más con el objetivo. Céntrate más en lo que llevas conseguido que en lo que te queda, y sobre, todo, en el presente: en este momento y no en lo que todavía no has conseguido. De este modo no se dispara la alarma de la ansiedad.
No desaproveches tu energía física o mental: en personas, cosas, situaciones que te alejan o te dejan en el camino. No olvides que lo que no suma, resta. No te quejes, no rumies porque no solucionas nada. La conducta victimista, además de aportarte pocas soluciones, te deja fuera de juego la mayoría de las veces. En este caso "quien no llora no mama" no es una solución. Recuerda que estás superándote a ti mismo.
Esfuerzo: Luchar por conseguir algo implica un gran esfuerzo a diferentes niveles. Es parte del proceso. Nadie dijo que fuera fácil. No pretendas conseguir algo sin esforzarte.
Refresca tu objetivo en los malos momentos: Háblale a tu mente de tu objetivo y hazlo en positivo, lo que quieres, por lo que estas luchando y sacrificándote. Te posiciona de nuevo. Toma las dificultades como retos que te quieren poner a prueba y saber si lo que decías que querías, realmente lo quieres.
Sí o sí, actúa: No esperes a tener ganas para hacer algo. Hazlo y ya está, es lo que hay. Si esperas a tener ganas, dejarás de hacer muchas cosas en tu vida. En la mayoría de las ocasiones aparece la motivación cuando haces las cosas. Todos hemos vivido ese momento de "no fue para tanto, y al principio no quería, no tenía ganas o no me sentía capaz..." Rompe con esa idea. Hay que ponerse a ello y cuanto antes empieces antes disfrutarás del proceso y de lo que consigues.
Visualiza tu objetivo: Tu mente se familiarizará con ello y sus consecuencias. Así estarás más predispuesto a seguir. El cerebro no distingue entre lo real y lo imaginado. Visualiza e imagínate tu objetivo, tus logros, sus etapas. Tu mente, tu cuerpo y tú disfrutaréis de las sensaciones y emociones y aumentará la adherencia.
Aprovecha esos días que estás a tope: Hay días en que te sientes con más energía, más alegre esos días que te comes el mundo, no los desaproveches, ese día dedícalo a lo que más te cuesta, a lo que no piensas que no puedes hacer. Demuéstrate que a veces es solo cuestión de saber elegir el momento.
Rodéate de optimismo: Las personas tenemos un gran poder de contagiar, ya sea pesimismo u optimismo. Tú eliges de qué quieres impregnarte. Habla con tu gente de tu objetivo, de tu meta, de tu ilusión. No seas hermético. Comenta tus vivencias, lo que te ayuda, lo que vas consiguiendo, lo que te cuesta porque todo aporta y sirve para conseguir lo que te has propuesto. De todo esto se alimenta parte de la motivación que necesitas. Así que lo que depende de ti te lo tienes que trabajar tú, porque nadie lo hará por ti.
Cuando en la vida consigues tus retos, aumentas el nivel de autoeficacia y estás preparado para asumir nuevos retos. Esta es la clave.
Si tienes que ganas de tirar la toalla, si sientes que no lo consigues, ¡espera! Analiza los pasos descritos porque puede que en alguno hayas fallado, reorganiza y comienza. No fracasaste, solo estabas entrenando. Así que a seguir con esfuerzo y optimismo, y sobretodo disfrutando del proceso.
Artículo coescrito con Yolanda Cuevas Ayneto, psicóloga de la Salud y el Deporte. Puedes seguirla en Tuiter @YolandaCuAy.

jueves, 14 de enero de 2016

Los 10 Secretos de una Vida Plena de Wayne Dyer

1ER SECRET: AVOIR UN ESPRIT OUVERT À TOUT ET ATTACHÉ À RIEN

Cela signifie qu'il faut croire que tout est possible si on a suffisamment de volonté. 
Renoncer totalement à ce à quoi on est attaché (lieu, objet, personne). 
Accueillir ce que nous offre l'univers sans juger.

2ÈME SECRET: NE PAS MOURIR SANS AVOIR JOUÉ SA PROPRE MUSIQUE INTÉRIEURE

Cela signifie qu'il faut écouter son cœur. 
Prendre des risques pour sa passion. 
Savoir que l'échec n'est qu'une illusion et qu'il ne faut pas en avoir peur.

3ÈME SECRET: VOUS NE POUVEZ PAS DONNER CE QUE VOUS NE POSSÉDEZ PAS

Cela signifie qu'il faut changer ce que nous n'aimons pas en nous. 
S'aimer soi-même et se respecter. 
Trouver son but.

4ÈME SECRET: ADOPTER LE SILENCE

Cela signifie qu'il faut découvrir la valeur du silence. 
Intégrer plus de silence dans sa vie. 
Prendre consciemment contact avec Dieu.

5ÈME SECRET: RENONCER À SON HISTOIRE PERSONNELLE

Cela signifie qu'il faut ne pas se raccrocher au passé. 
Vivre l'instant présent et accepter la réalité telle qu'elle est.

6ÈME SECRET: IL EST IMPOSSIBLE DE RÉSOUDRE UN PROBLÈME AVEC LE MÊME ESPRIT QUI L'A CRÉÉ

Cela signifie qu'il faut accepter le monde tel qu'il est 
Savoir qu'il existe un lien entre chaque individus, que nous sommes tous membre de la famille humaine.

7ÈME SECRET: IL N'Y A PAS DE RESSENTIMENT JUSTIFIÉ

Cela signifie qu'il faut accepter l'opinion des autres même si elle est différente de la nôtre. 
Pardonner à ceux dont nous pensons qu'ils nous ont blessé.

8ÈME SECRET: TRAITEZ VOUS COMME LA PERSONNE QUE VOUS AIMERIEZ ÊTRE

Cela signifie qu'il faut faire partout place à l'inspiration.

9ÈME SECRET: CHÉRISSEZ LE DIVIN EN VOUS

Cela signifie que vous êtes Dieu créateur de votre vie et du monde dans lequel vous vivez.

10ÈME SECRET: LA SAGESSE CONSISTE À ÉVITER TOUTE PENSÉE AFFAIBLISSANTE

Cela signifie que votre esprit se nourrit avec des pensées de paix, d'amour, d'acceptation et de bonne volonté. 

Wayne Dyer 
Source: Les 10 secrets du succès et de la paix intérieure
 
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Wayne Dyer:  Les 10 secrets du succès et de la paix intérieure
"Pas un jour ne se passe sans que je pense à Dieu. Non seulement j'y pense, mais en plus je ressens Sa présence durant la plupart des moments où je suis éveillé. C'est un sentiment de contentement et de satisfaction qui dépasse tout ce que je pourrais exprimer dans un livre. 

Je suis arrivé à connaître la paix de l'Esprit dans ma vie et, grâce à cette connaissance, mes préoccupations, mes problèmes, mes réalisations et mes accumulations perdent de leur importance. Ces dix secrets du succès et de la paix intérieure, si vous les maîtrisez et les mettez quotidiennement en application, vous guideront aussi vers le même sentiment de sérénité." Wayne Dyer. 

Chaque jour, l'inspiration vous accompagnera pour une vie lumineuse et heureuse. Ces 50 très belles cartes vous recèleront les 10 secrets du succès et de la paix intérieure. Chacune d’elles est porteuse d’un message profond et inspiré. 

Chaque jour, choisissez une carte ou prenez-en une au hasard, ouvrez grand votre cœur et laissez résonner en vous le secret qui vous est livré. Peu à peu, vous vous ouvrirez à votre potentiel illimité, et accéderez à la joie, la paix et la créativité. 

De la vida que llevo a una vida más plena

LA VOLUNTAD , La Actitud y las Actuaciones
De la Voluntad a la Intención
O del Esfuerzo a la intención
La actitud y la actuación son esenciales.
Para actuar mejor y tener una mejor una actitud.
Y hacer las cosas convenientes de la mejor manera posible.
Muy pocas personas se preocupan por hacer lo más conveniente.
Para conseguir tus Metas. Para conseguir una vida plena has de ser capaz de llevar las riendas de tu vida.
Has de ser capaz de definir de ver con claridad donde estas y a donde quieres estar o a donde te gustaría llegar.
 «No hago lo que deseo ni lo que me pide el cuerpo, ni lo que me apetece, ni lo que es mejor para mí. Voluntad y felicidad forman un binomio muy estrecho. No se hacen las cosas simplemente por placer o porque a uno le guste, sino por llegar a lo que uno se ha propuesto. La voluntad bien educada lleva a la realización más completa de uno mismo. La educación de la voluntad patrocina la alegría. La voluntad nos lleva, como de la mano, a una vida lograda» La voluntad es la joya de la corona de la conducta, es la pieza clave para alcanzar los objetivos concretos.

 La voluntad nos determina. Hay que hacer una distinción entre dos conceptos próximos: desear y querer. Son dos pretensiones que navegan pilotadas por nuestra conducta. La primera se mueve por los sentimientos, mientras que la segunda es guiada por la voluntad. Desear es anhelar algo de forma próxima, rápida, con una cierta inmediatez. Querer es pretender algo a más largo plazo, pero teniendo el objetivo claro, bien delimitado y en donde hay una firme resolución de alcanzar esa meta. El deseo es más superficial y fugaz. Querer es algo más profundo y estable. Lo diría de otra manera: muchos deseos son juguetes del momento. En cambio casi todo lo que se quiere significa un progreso personal a medio largo plazo. El campo magnético que deambula entre el desear y el querer forma una telaraña complejísima en el que ambos conceptos se cruzan, se entremezclan, se confunden, se avasallan, entran y salen, suben y bajan, giran, se esconden y luego vuelven a aparecer. Todo esto da lugar a una tupida red de significados, con imprecisión a la orden del día. Los deseos son muy importantes en la vida y tiran de nosotros en una dirección determinada. Son importantes y le dan frescura a la conducta. Aprender a domesticarlos indica equilibrio y dominio de sí mismo. El deseo es siempre fuerza, impulso, tirón. Movimiento apasionado que impele y se lanza en la dirección que el estimulo le provoca. En su seno se hospedan dos características: necesidad e impulso. El ser humano es un animal de deseos. Estos son fogonazos momentáneos a veces casi automáticos en donde uno se ve arrastrado por esa marea. El deseo es el registro primario de la afectividad. Querer es determinación, firmeza, propósito decidido, solidez en el empeño de alcanzar algo costoso de entrada y valioso de salida. Voluntad es querer. La contabilidad de la vida personal está hecha de reverses y aciertos. En la ingeniería de la conducta la voluntad tiene un papel clave: es un parque jurásico de vericuetos y puentes levadizos y caminos serpenteantes ajedrezados por la búsqueda de algo que merece la pena. Los deseos y los quereres se filtran por las rendijas de nuestro mundo afectivo silbando con su energía. Hoy se considera que la voluntad es una de las piezas claves en la arquitectura de la vida personal y es casi una segunda naturaleza. La educación de la voluntad es una tarea artesanal, lenta, progresiva, que se parece mucho al orvallo asturiano, al chirimiri vasco, a la charua peruana o a la cama chacha chilena: una lluvia fina que empapa la tierra y que cala en la profundidad del campo. Esto se refiere a la importancia de lo que en apariencia parece menudo y de escaso valor y que a la larga significa la costumbre de vencerse en lo pequeño. Son batallas menores, escaramuzas de escaso relieve en el día a día, pero que ponen de manifiesto la cultura del esfuerzo: un entrenamiento habitual para gobernarnos mejor. Uno de los indicadores más claros de madurez de la personalidad es tener voluntad regia, firme, compacta, solida, consistente, de edificio románico o gótico. Y al revés una de las manifestaciones más evidentes de poca madurez, es tener una voluntad frágil, endeble, liviana, vulnerable. La clave está en fomentar lo siguiente: hacer atractiva la exigencia, mirando fijamente al horizonte de la meta. ¿Cómo?: utilizando los instrumentos de la inteligencia, sublevando esfuerzos, no dándose uno por vencido cuando las cosas van mal. Elevándose uno por encima de las circunstancias adversas. Los esfuerzos y renuncias de ahora tendrán su recompensa. Saber esperar y saber continuar. Utilizar la voluntad sin recoger frutos inmediatos: esa es la clave. El verdadero objetivo de la voluntad es conseguir la victoria sobre uno mismo. Abrimos las puertas del autodominio y así no nos desviamos de la meta, nos entregamos con ardor a la tarea propuesta. La voluntad es la capacidad para conseguir objetivos concretos y luchar, de forma recia, poniendo a la motivación como gran motor de la misma. El hombre superior mira por sobreelevación, no busca lo cercano, sino lo lejano. El hombre inferior vive aferrado a lo inmediato y busca la satisfacción pronta y eminente. Lo mejor es llevar a cabo lo que yo llamaría una especie de tabla de ejercicios de gimnasia de voluntad: ahora hago esto sin gana porque es mi obligación; y después me aplico aquella otra tarea que me cuesta, porque sé que es bueno para mí; y más tarde me aplico aquello otro que me es costoso, porque sé que eso hará de mí una persona de una pieza.La costumbre de vencerme en lo pequeño. Es esencial ejercitarse en estos vencimientos que no reportan ningún beneficio próximo. Ahí vemos entrenamiento y aprendizaje. Hay que batirse con uno mismo porque el enemigo está dentro y fuera y tiene distintos nombres: pereza, apatía dejadez, abandono, cansancio de la vida o búsqueda de lo más cómodo. Toda educación empieza y termina por la voluntad. Decían los escolásticos que la base de la conducta está en crear hábitos positivos: la repetición de esos actos nos hace valiosos. No confundir entre hábitos positivos y rutina. Lo primero es la educación continuada y, lo segundo, el comportamiento cansino, agotador y sin alma. No hay rutina cuando se procura poner amor en lo que se hace por pequeño que parezca. Educar no es solo conducir a alguien hacia lo mejor para sacar todo lo bueno que lleva dentro, si no también hacer que ame el esfuerzo y que este se vea como positivo y liberador. Una persona con voluntad llega más lejos en la vida que una persona inteligente. Y a la larga es una especie de llave multiuso, que vale para casi todo. No hago lo que deseo ni lo que me pide el cuerpo, ni lo que me apetece, ni lo que es mejor para mí. Voluntad y felicidad forman un binomio muy estrecho. No se hacen las cosas simplemente por placer o porque a uno le guste, sino por llegar a lo que uno se ha propuesto. La voluntad bien educada lleva a la realización más completa de uno mismo. La educación de la voluntad patrocina la alegría. La voluntad nos lleva, como de la mano, a una vida lograda.

martes, 5 de enero de 2016

Francesç Torralba 100 Valores

Hay palabras que necesitamos con urgencia, palabras que nos abren nuevos horizontes, palabras que nos convierten en mejores caminantes. Porque, en la vida, ya se sabe, no hay caminos maravillosos sino caminantes maravillados. Francesc Torralba, doctor en Filosofía y en Teología, ha publicado un libro con este título, Cien valores para una vida plena , cuyas páginas rezuman, por una parte, hermosas realidades y mensajes urgentes, y por otra, una serie de palabras y valores, que llegan al centenar, para que descubramos lo que se esconde en palabras que fácilmente ponemos en nuestros labios, pero que difícilmente practicamos en nuestra vida. Y así, nos habla de la sencillez, que es espontaneidad, coincidencia entre el yo aparente y el yo real, improvisación feliz, generosidad. La sencillez es el olvido de uno mismo, y, por ello, es un valor que se contrapone al egoísmo. "La persona sencilla no es altiva, vive de la misma manera que respira, con naturalidad y sin artificiosidad. La sencillez no es un valor que se añada a la existencia, sino una determinada manera de vivir la propia vida". Se detecta a la persona sencilla en su trato, en su manera de hablar, en sus gestos. Nos habla también Torralba de la cortesía, un valor que suaviza la violencia de los sentimientos y de las pasiones. La cortesía no consiste sólo en ofrecer el paso, sino en algo mucho más profundo. La cortesía, como la hospitalidad, se caracteriza por dar espacio al otro. La persona con cortesía da espacio propio a los demás, les deja respirar, no se enfrenta a ellos. Reconoce en el otro el bien y le hace sentir que le quiere. "En nuestro marco cultural, es cortés quien tiene voluntad de establecer una distancia. La cortesía es un valor que nos empuja a crear espacio libre alrededor de los demás". Y hay un tercer valor que nos ayuda a caminar mejor: la mansedumbre. La mansedumbre es un valor que da paz a la persona y, por ello, se ha de relacionar con la serenidad. Es una paz interior que no depende de lo que pase en el exterior, sino que brota del mismo corazón de la persona. Una persona mansa inspira paz en el hablar, en el gesto, en la obra que realiza. "La mansedumbre es respeto, acogida y apertura. No se puede identificar con la pasividad, aunque la persona mansa se opone al activismo. Ser manso quiere decir permanecer imperturbable y no dejarse llevar por ninguna pasión", subraya el profesor Torralba. He aquí tres valores que en esta época veraniega podemos colocar en nuestro equipaje e incorporar a nuestra vida. Los valores son como horizontes de referencia que nos invitan a vivir una vida más humana, más plena y más abierta a los otros.

domingo, 3 de enero de 2016

Actuar desde el Corazón La MISERI Cordia

Enseñar al que no sabe
Corregir al que Yerra
Escuchar al que lo necesita
Hacer el Bien
Consolar al triste
Derdona al que Yerra
Preven la desgracia

Se debe enseñar el bien y lo bueno a quien no lo sabe, porque la Sagrada Escritura promete que quien enseñe la justicia a las gentes, brillará como las estrellas del cielo.
En cambio hay que cuidarse de enseñar el mal, porque esta no sería una obra de misericordia sino de maldad. Y esto hoy se hace especialmente con los niños y con los jóvenes, que ya desde la más tierna infancia se les enseña el camino del pecado, en las mismas escuelas y jardines de infantes adonde asisten. ¿Qué castigo les está reservado a los que escandalizan a los pequeños y a los jóvenes? No es expresable en términos humanos.
Entonces debemos enseñar el bien a todos, sin humillar y con humildad, porque lo que hemos recibido de capacidad intelectual o los conocimientos que hemos adquirido por voluntad de Dios no son nuestros sino que Dios nos los ha confiado para que los usemos para el bien de todos.
Incluso no hace falta enseñar religión o las cosas de fe para cumplir con esta obra de misericordia, sino que todo el que enseña con espíritu de caridad al hermano que está en la ignorancia, cumple con esta obra tan necesaria de instrucción.
Y recordemos que nadie ama lo que no conoce, por eso si enseñamos la doctrina católica, haremos que muchos la amen y amen a Dios sobre todas las cosas. Así que enseñar el catecismo es obra de misericordia excelente, tal vez la mejor.
 1. Aconsejar a los desorientados
Jesús nos dice: “si un ciego guía a otro los dos caerán en un pozo” (Mt. 15:14). Hay muchos desorientados cerca nuestro. Pero difícilmente podríamos mostrarles el camino, si no hay luz dentro nuestro. El consejo que corresponde dar no es sólo la palabra. Es el testimonio de una vida limpia y entregada. Es la luz de vivir en la verdad, con todo lo que eso cuesta. Y también con la palabra. Hay verbos que indican esto: aclarar (=hacer claro); iluminar (=dar luz). Aclaremos e iluminemos cuando es preciso, para que el prójimo pueda adquirir libertad espiritual.
2. Instruir a los ignorantes
Jesús nos dice: “el que cumpla y enseñe los mandamientos será grande en el Reino de los cielos” (Mt. 5:19). La ignorancia verdadera es un atenuante moral. Pero, tristemente, hay algunos que desean mantenerse en la ignorancia para no asumir sus compromisos. Es una ignorancia “afectada”. Y es preciso instruirlos. La Iglesia manda que los pastores dediquen sus mejores esfuerzos a instruir a los fieles. Los demás cristianos colaboran en esta tarea misericordiosa. ¿Quién conoce el Evangelio y vive de Jesús perfectamente?. Los santos nos dieron ejemplo, ansiando salir de su ignorancia. Aprendamos de la Beata Faustina que siendo casi analfabeta escribió cosas sublimes sobre la unión mística con Dios.
3. Corregir a los que se equivocan
Ha sido normal de la vida en la Iglesia que los errores deben corregirse apenas detectados. Eso proviene de la norma evangélica (Mt. 18:15) que si un hermano peca hay que corregirlo inmediatamente. Incluso S. Pablo explica cómo debe hacerse la corrección: “corregir con espíritu de mansedumbre el que corrige como sujeto pecador también y con la realidad de la tentación a la puerta (Gal. 61).
La corrección debe ser fruto del Espíritu Santo, por consiguiente, humilde. Pero no se debe dejar pasar por alto, lo exige una misericordia bien comprendida.
4. Consolar a los afligidos
Jesús dice: “Felices los afligidos porque Dios los consolará” (Mt. 5:5). Hay consuelo de Dios, que El hace por medio del Espíritu Santo directamente en nuestro corazón. Pero, además, Dios se vale de nosotros para consolar a los demás. No se trata de decir a la gente: no llores, sino de buscar las palabras de la Escritura que mejor sirven para cada situación. Lo mejor es acostumbrase a rezar, meditar y repetir los salmos en ellos encontramos el mejor consuelo para dar.
5. Sostener de buen grado a los que están a nuestro cargo
S. Pablo decía a los cristianos de Efeso con mucha humildad mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor (Ef 4:2). A veces nos cuesta comprender que las dificultades de la ancianidad o la enfermedad deterioran a los seres queridos y que ya no reaccionan como quisiéramos. La relación se hace difícil. Es un momento de elevar nuestra vida de unión a Dios, pues sin la Gracia del Espíritu Santo no podremos ser misericordiosos con los que nos necesitan.
6. Perdonar las injurias
Esta obra de misericordia es la más costosa. Tanto que Pedro preguntó a Jesús cuantas veces debería perdonar al que lo ofendiese. La respuesta de Jesús “setenta veces siete” (Mt. 18:21-22) significa sencillamente “siempre”. Lo que Jesús pide parece un imposible: “Yo les digo: amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores” (Mt. 5:44). Poco a poco el Espíritu Santo nos permitirá ir realizando este ideal de santidad, como lo hizo en la Beata Faustina.
7. Rogar a Dios por todos los vivos y difuntos
Esta obra trata de un aspecto de la vida del cristiano que solemos descuidar: la oración de intercesión. Intercesión viene del verbo “interceder” y quiere decir que pedimos nosotros lo que otros no se atreven o no merecen. Es un acto de caridad especial que va constituyendo el tejido íntimo de la Iglesia. S. Pablo decía a una comunidad: “oramos y pedimos sin cesar por ustedes” (Col. 1:3-9; Hech 8:15). Conviene acostumbrarse a orar incesantemente por nuestros parientes más cercanos, y no sólo por los vivos, sino también por los difuntos. La Beata Faustina intercedía constantemente por los pecadores, los moribundos y las almas del purgatorio.

Deseo transformarme en tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón y mi alma al prójimo.
 
Ayúdame Señor, a que mis ojos sean misericordiosos para que yo jamás sospeche o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle. 
Ayúdame Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos. 
 
Ayúdame Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás critique a mi prójimo sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos. 
 
Ayúdame Señor, a que mis manos  sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas. 
 
Ayúdame Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.  
 
Ayúdame Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí.
Jesús mío, transfórmame en Ti porque tú lo puedes todo. Amén




que distingue la Excelencia

1.-Elite performers play victor versus victim.
As I travel around the world working
with many diverse organizations as an executive coach, speaker and management
consultant, I see many corporate cultures where there is a complete denial of
personal responsibility. People blame others for what is not working within the
organization. People point the finger at t
hose around them for things gone wrong.
But as I say in my book ““Leadership Wisdom From The Monk Who Sold His
Ferrari””: ““blaming others is nothing more
than excusing yourself.”” Each of us has
the power to create results. One person can change a corporate culture by making
changes within her realm of influence. On
e person can begin behaving in new ways
which leads those around him
to do the same. In this way, a team can change, which
influences a culture to change which transf
orms an organization. If something is not
working within your enterprise, use your
power to effect the changes that you wish
to see.
2.-Elite performers focus on the worthy.
Most people try to be all things to all
people and, in so doing, achieve nothing. E
lite performers have a laser-like focus on
their highest priorities and an acute awarene
ss of the best uses of their time. In fact,
they build their whole lives around the activities that offer them the highest return
on investment. They are good at saying no. They spend time each morning, during
their Holy Hour planning and thinking stra
tegically about what needs to be done
during the day for them to play their highest games and be of most service.

3.
Elite performers live their truth.
Right now, this very moment, as you read this
manual, you know deep in your heart what
your professional as well as your personal
life needs to look like in order for you to be
living authentically. In this very moment,
your heart knows what’’s right. Elite pe
rformers have articulated their personal
philosophy along with their organizing prin
ciples and have the courage to live out
that ideology each and every day of thei
r lives. This gives them great power and
promotes extraordinary levels of confid
ence because they are aware that they are
being true to themselves.
4.
Elite performers build human connections.
Business is about relationships.
Nothing is more important than building emotional engagement with your
teammates, with your suppliers and with yo
ur customers. Competition in today’’s
marketplace is not for ““share of wallet””
, as many organizations falsely believe.
Rather, the competition in today’’s marketplaces is for people’’s emotions. Show up
fully in your relationships. Take the
time to remember birthdays and write
handwritten thank-you notes each week.
Show people that you care. Open your
heart to them and they will reward you with thei
r loyalty as well as with their love.
5.
Elite performers add outrageous value.
I truly believe that we are rewarded in
today’’s marketplace according to the value that
we add. If you want to receive greater
returns, add greater value. Give your customers and clients more value than they
have any right to expect. Always underpromise and overdeliver. Stay up late into the
night reflecting on how you can serve the people that you have the privilege to do
business with and help them fulfill their dreams
. Your career will begin to explode.
6.
Elite performers are devoted to excellence.
One of the things I focus on in a
significant way during the 2 day
Elite Performers Series
program is a process that has
been proven to help any employee become tr
uly excellent in all that they do. To me,
““excellence”” is a beautiful word. Elite perf
ormers are constantly asking themselves
the following question: ““is the way that I’’
m showing up truly excellent and reflective
of someone who is operating at a world-cl
ass standard?”” We live in a world where
mediocrity is the norm. When you truly dedica
te yourself ––no, devote yourself –– to
becoming excellent in the way that you think, and behave you stand out in a crowded
marketplace. You show genuine leadership.
7.
Elite performers deepen themselves.
Nothing changes until you change. We live
in an externally focused world where we
buy into the notion that our lives will
change when we make more money or get a better car or achieve more status. And
yet, when we receive these things, we are left empty and unfulfilled. True success
comes from inner success. Dedicate yourself
to getting to know who you truly are.
Reconnect with your brilliance. Walk towards your fears. Evaluate the quality of your
life and what you want it to stand for. Reflect on the beliefs that are limiting you and
ponder where you’’ve picked them up from. The best investment you will ever make
is investing in your best self.
7
robin
sharma
.com
Inspirational Quotes
““Encourage all your virtuous dispositions and
exercise them whenever an opportunity arises,
being assured that they will gain strength by ex
ercise as a limb of the body does and that
exercise will make them habitual.””
Thomas Jefferson
““Self-love is not only necessary and good,
it is a pre-requisite for loving others.””
Rollo May
““We are always getting ready to live, but never living.””
Ralph Waldo Emerson
““Today, be a little bolder. Reach a little high
er. Be a little kinder. Be a bigger dreamer.””
Robin Sharma
Why Keep a Journal?
One of the practices that has changed my own lif
e is the regular habit of journaling. In my
speeches as well as in my coaching programs,
I encourage –– and challenge –– participants to
begin journaling in an effort to play their bi
ggest games as human beings. Here is some of
my thinking on why journaling is a powerful tool for personal discovery and elite
performance:
1.
Journaling allows you to take fuzzy
thinking and distill it into precise
language.
Do you remember when you were in school and you thought you knew
the material for an exam then met with a study group and realized, after discussing
the material, that there were gaps in your
understanding? Having a conversation
about something forces you to find specific
language for your thinking. Journaling is
a conversation that you have with your
self. The more you journal, the more
precision of thought you build. This brings
great clarity to your life. With greater
clarity, you can make the new choi
ces required to create new changes.
2.
Journaling allows you a place to
process through unfelt emotions.
In my work,
I have come to realize that most people have a great deal of unfelt anger that resides
within them (along with many other latent emotional baggage). Unfelt emotions
affect our daily choices, often at a subcons
cious level. Many people act in overly
aggressive or hurtful ways, blaming the other person, rather than assuming personal
8
robin
sharma
.com
responsibility and investigating the deeper reasons why they are behaving as they do.
Writing in a journal will allow you to proce
ss your unfelt anger or sadness or hurts
that you may have sustained along the journ
ey of your life. This releases you and
allows you to find greater freedom and make better choices, both professionally and
personally.
3.
Writing in a journal allows you to record your dreams.
Dreams create
hopefulness. The more intimate you can become with your dreams and the longings
of your heart, the greater inspiration yo
u can bring to your days. This promotes
positive energy which creates a richer experience of life.
4.
Writing in a journal allows you to deepen your understanding.
The mere action
of writing something down allows for a more effective integration of the learning.
When you go to a seminar and ta
ke notes, the learning will be ‘‘stickier’’ than if you do
not take notes. In the same way, journaling
allows you to learn from life. It allows
you to let your days serve you. You become wiser each day.
5.
Journaling deepens commitment.
The very act of writing things down deepens
your resolve to make good things happen
in your life. Try this today. Take 15
minutes to write about the day you want to
create and the choices you are dedicated
to making in order to create
an excellent day. This simp
le act will allow you to be
much more proactive rather than reactive
as you live out the remaining hours of this
day.

La Cordialidad
La Amabilidad
Hacer el Bien
Ayudar al que no sabe
Elogiar para motivar y animar
Enseñar al que no sabe